Una de cada 10.000 personas vacunadas contra la covid-19 en Alemania ha solicitado que se le reconozcan daños derivados de la vacuna, según una investigación de la publicación «Zeit Online», que revela además el escaso éxito de este empeño.
El estudio, publicado hoy por la edición digital del semanario «Zeit» indica que hasta el momento 8.886 personas de entre los casi 65 millones que se pusieron al menos una dosis de la vacuna han presentado una solicitud de reconocimiento de daños derivados de la vacunación, según los datos facilitados por las autoridades de los 16 estados federados alemanes y analizados por la publicación.
Por el momento, las autoridades han tramitado el 41 % de las solicitudes, es decir, 3.488, de las que sólo 379 casos han sido procesados de manera positiva, con lo que la tasa de reconocimiento se sitúa así en torno al 11 %.
En relación con el número de personas vacunadas, los habitantes del estado federado de Turingia (centro-este) son los que más solicitudes presentaron, con más de 22 por cada 100.000 vacunados, casi el doble que la media alemana.
En segundo lugar figura Mecklemburgo-Antepomerania (noreste), seguido de Baviera (sur).
El estudio destaca que entre los siete estados federados con las tasas de solicitud más altas figuran los cinco nuevos «Länder» surgidos tras la desaparición de la República Democrática Alemana (RDA) -Brandeburgo, Mecklemburgo-Antepomerania, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia.
En cuanto a las enfermedades más frecuentes reconocidas como daños derivados de la vacuna, destacan la inflamación del músculo cardíaco (miocarditis) y casos de trombosis venosa sinusal, a veces en combinación con una falta de plaquetas.
Esta combinación fue detectada como un efecto secundario muy poco frecuente pero grave, de la vacuna de AstraZeneca, por lo que se dejó de inocular en muchos países.
Otro efecto secundario de esta vacuna, reconocido en varias ocasiones en diversos estados federados como daño derivado de la vacunación, es el síndrome de Guillain-Barré, una inflamación del sistema nervioso que suele manifestarse con parálisis.
Las personas que crean haber sufrido daños derivados de la vacuna pueden solicitar su reconocimiento, por ejemplo, para recibir una pensión mensual u otro tipo de prestaciones, como rehabilitación, tratamiento hospitalario, curas termales y productos sanitarios y de apoyo.
No obstante, el reconocimiento de daños derivados por la vacuna no implica automáticamente que las personas afectadas vayan a recibir una pensión vitalicia.
Así, una inflamación del músculo cardíaco, por ejemplo, se cura sin consecuencias en la mayoría de los casos y se trata, por lo tanto, de una afección temporal para la salud, por lo que, aun siendo considerado un daño derivado de la vacuna, no da derecho a una indemnización en forma de pensión. EFE