La Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) de Venezuela y la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) firmaron una declaración conjunta para la cooperación en materia de investigación espacial y la participación de la nación caribeña en el proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar (EIIL), informó este lunes el Ejecutivo del país suramericano.
De esta manera, Venezuela se convierte en el «primer país del continente americano en unirse a este importante proyecto», aseguró la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, a través de Twitter.
«La asociación estratégica entre Venezuela y China trasciende a todas las áreas de cooperación y hoy se constituye en un reconocimiento a los esfuerzos que ha realizado el Gobierno bolivariano en favor del desarrollo científico de nuestro país», expresó la funcionaria.
Durante el encuentro, Jiménez señaló que «todos los esfuerzos de cooperación en esta nueva etapa deben dirigirse a la formación de talentos para la compresión del espacio profundo», según una nota de prensa de la cartera de Ciencia y Tecnología que amplía la información.
La delegación china, de la que forma parte el secretario general de CNSA, Xu Hongliang, destacó que es «fundamental» la cooperación para «incentivar la investigación científica bilateral, el diseño y desarrollo de sondas lunares, el viaje compartido de cargas útiles científicas, los experimentos científicos y técnicos, el intercambio y análisis de datos, la educación y la formación».
Con el acuerdo, Venezuela «pone a disposición su infraestructura de estaciones terrenas de control satelital para acompañar, seguir y controlar las misiones espaciales para el envío de sondas a la Luna», agregó el ministerio.
China anunció el año pasado la aprobación de la cuarta fase de su programa de exploración lunar, que incluye la construcción de esta base de exploración científica en el polo sur del satélite junto con Rusia.
Entre los elementos llamados a reforzar la «disuasión extendida» se incluyó la creación del NCG, mecanismo para coordinar respuestas estadounidenses a posibles ataques de Corea del Norte, incluyendo la opción nuclear.
El propio Campbell y el viceasesor de Seguridad Nacional, Kim Tae-hyo, han presidido hoy la reunión inaugural de esta entidad.
A su vez, Biden mencionó también en abril que enviaría a Corea del Sur, por primera vez en varias décadas, un submarino SSBN de manera temporal.
Según los aliados, la llegada del SSBN refuerza el despliegue periódico y temporal de otros activos estratégicos estadounidenses en la península, como portaaviones de propulsión nuclear o bombarderos.
De hecho, un funcionario del Ministerio de Defensa Nacional norcoreano condenó a principios de la semana pasada el plan estadounidense de enviar el SSBN a Corea del Sur.
Poco después Kim Yo-jong, la hermana del líder Kim Jong-un, acusó a EE.UU. de realizar incursiones aéreas y el miércoles el régimen lanzó por segunda vez su misil balístico intercontinental (ICBM) más sofisticado, el Hwasong-18.
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización de 2019, la tensión ha vuelto a dispararse en la península coreana, con Pionyang rechazando cualquier oferta de diálogo y realizando un número récord de pruebas de misiles, y Seúl y Washington retomando sus grandes maniobras conjuntas y desplegando periódicamente activos estratégicos estadounidenses en la región.