Más de 21.000 personas se unieron a la jornada de protesta convocada este miércoles en Perú, en la que ocho resultaron heridas en enfrentamientos con la Policía Nacional y seis fueron detenidas, según informó el ministro del Interior, Vicente Romero, al final de la movilización en Lima.
El «costo social» de la jornada antigubernamental ha sido «bajo», según ha informado el ministro en una rueda de prensa. Romero aclaró que unas 6.000 personas de las que se manifestaron lo hicieron por motivos diferentes a la convocatoria de este día, que responde a la petición de renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, y el cierre del Congreso.
Al hacer un balance de las movilizaciones en Lima y varias ciudades del país, el ministro afirmó que «se va evidenciando que la gran mayoría de la población quiere trabajar». «Debemos de sentirnos orgullosos. Es una clara muestra de que nuestro país está tomando otro rumbo, las personas quieren trabajar», añadió.
Romero informó que uno de los detenidos es una persona que arrojó una bomba molotov a la Policía en Lima. Esas bombas son «para atacar y matar a la Policía, pero el cuerpo reaccionó bien y esto no ha pasado», indicó la autoridad.
También mencionó que varios manifestantes intentaron incendiar el local de la Prefectura en la surandina ciudad de Huancavelica, pero que la Policía logró controlar el fuego y no tuvo mayores consecuencias. Asimismo, detalló que de los ocho heridos, la mitad son agentes policiales. «Lamentamos y esperamos que no sean de gravedad y que en los próximos días estarán en buenas condiciones», agregó.
En tanto, el Ministerio de Salud informó que durante las manifestaciones de protesta de este miércoles se reportaron 11 atenciones, de los cuales 4 afectados fueron atendidos por las brigadas de salud en el centro de Lima y que 3 fueron evacuados al Hospital Dos de Mayo y ya fueron dados de alta. Los atendidos presentan en su mayoría, contusiones y heridas en diversas partes del cuerpo.
Las acciones colectivas de protesta tuvieron lugar este miércoles en 64 provincias con movilizaciones y bloqueos, mientras que las marchas y concentraciones se produjeron en 59 provincias del país. La marcha que se realizó en Lima se dirigió al Congreso, tras romper el cerco policial, y luego se dispersó por varias arterias de la capital, con varios puntos de enfrentamientos en los que la Policía usó gases lacrimógenos para retirar a los manifestantes del centro histórico.