Autoridades estadounidenses confirmaron que un tiroteo ocurrido este sábado en la ciudad de Jacksonville, al norte del estado de Florida (sur), provocó tres víctimas mortales, todas de raza negra, y la posterior muerte por suicidio del atacante.
Según medios locales, el tiroteo ocurrió alrededor de las 13H00 hora local entre las vías de Kings Road y Canal Street, al este de la ciudad, no lejos de la universidad Edward Waters. Durante los hechos, la zona fue acordonada por efectivos policiales y un equipo SWAT.
«Odiaba a los negros», declaró en rueda de prensa el sheriff de Jacksonville, T.K. Waters.
El sospechoso no fue identificado. Waters dijo que las tres víctimas -dos hombres y una mujer- eran negros. Las autoridades creen que el tirador actuó solo, pues antes del tiroteo había escrito «varios manifiestos» en los que detallaba su odio hacia los negros.
«No hay absolutamente ninguna evidencia de que el tirador sea parte de cualquier grupo más grande», agregó.
El tirador, un hombre blanco de unos 20 años, estaba equipado con un chaleco táctico y armado con un rifle semiautomático estilo AR-15 y una pistola Glock cuando comenzó a disparar dentro de una tienda de descuento Dollar General, dijo el sheriff TK Waters.
De acuerdo con reportes de prensa, el supremacista blanco, un hombre de 20 años que vivía con sus padres, utilizó un fusil de asalto AR-15 y una pistola Glock en la que había pintado una esvástica.
Testigos aseguran haber visto a una persona con las señas del atacante y vestido como él en la universidad Edward Waters, que históricamente ha tenido un significativo número de afronorteamericanos en su matrícula, pero huyó cuando guardias del campus fueron advertidos de su presencia e intentaron capturarlo.
La alcaldesa de Jacksonville, Donna Deagan, aseguró durante esa conferencia de prensa que se trata de «un crimen cargado de odio. Nos toca hacer todo lo posible por disuadir este tipo de odio».
La jefa de Policía de la ciudad, Keith Powers, manifestó que este crimen se perseguirá como un delito de odio y su investigación se priorizará, pues «no solo son un ataque sobre personas concretas, sino que amenazan e intimidan a una comunidad entera», dijo.
Por su parte, el gobernador de Florida, el republicano Ron de Sanctis, emitió una declaración de condena al incidente, en la que dijo que el asesino «eligió a las víctimas según su raza, algo totalmente inaceptable».
Con información de TeleSur