Un grupo de trabajadores de la Ferrominera del Orinoco se encadenó este miércoles 4 de octubre a las puertas de la sede de la Defensoría del Pueblo, en Caracas, para exigir que atiendan sus reclamos laborales.
Rodney Álvarez, Héctor Delgado, José Pérez y Ángel Geanpaoli pidieron al defensor del Pueblo, Alfredo Ruíz, que organice reuniones con los ministros de Trabajo e Industrias, a fin de exigirles que los reincorporen a sus empleos y respeten sus derechos fundamentales.
Asimismo, los trabajadores de la Ferrominera del Orinoco exigieron a las autoridades el respeto a sus derechos fundamentales.
Los cuatro manifestantes llegaron a la sede de la Defensoría en el Centro Financiero Latino de la avenida Universidad con cadenas que ataron a las puertas y a su manos, para luego fijarlas con unos candados.
Tras encadenarse, los cuatro trabajadores se arrodillaron, primero para realizar una serie de oraciones en las que catalogaron el acto como una acción de rebeldía y exigencia por sus derechos humanos laborales, y luego para entonar el Himno Nacional.
Los empleados han denunciado que se ha despedido a cientos de trabajadores en los últimos años de forma arbitraria e injustificada, siendo la mayoría de los afectados dirigentes sindicales o afiliados a los sindicatos.
La Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG), un colectivo de sindicatos que representa a los trabajadores de la Ferrominera del Orinoco, explicó que los despidos se han producido como consecuencia de una política de persecución sindical por parte de la empresa.
Rodney Álvarez, uno de los trabajadores que participó en el acto simbólico, estuvo detenido injustamente durante 11 años y aún no ha sido reincorporado a su puesto de trabajo en Ferrominera.
El proceso de este trabajador estuvo enmarcado en una serie de vicios e irregularidades desde el inicio. Finalmente el 15 de abril de este año fue liberado, luego de que la Justicia determinó que no era el responsable de la muerte de un trabajador de la Ferrominera asesinado en medio de una asamblea, de acuerdo con Provea.
Fuente El Nacional.