En el marco de su podcast transmitido este jueves, el presidente de la República, Nicolás Maduro, conversó con el diplomático venezolano Alex Saab, quien regresó al país tras haber permanecido detenido de manera irregular en una cárcel de Florida (EEUU).Durante la entrevista, Maduro le hizo a su invitado preguntas sobre su estancia en cárceles de Cabo Verde y Estados Unidos. En ese contexto, Saab comenzó por agradecer al Gobierno venezolano por su liberación.»Estoy feliz de estar de regreso en casa, de ver a mi familia, de reiniciar la vida. Parece mentira que hace unos días todavía estaba en un cuarto de vidrio, encerrado», expresó el diplomático, agregando que pudo abandonar la cárcel porque «ustedes no se cansaron, porque era fácil cansarse».»Los gobiernos de derecha acostumbran que lo primero que hacen cuando un funcionario tiene un problema, es abandonarlo, pero este ha sido un gobierno leal, un gobierno humano, y por eso yo nunca dudé que iba a regresar», expresó Saab. «Estoy feliz de estar en Venezuela y de poder seguir ayudando al país», aseguró.Presión internacionalEn su relato, el empresario recordó que desde el año 2011, es decir, durante la gestión de Hugo Chávez (1999-2013), se comenzó a «sentir la presión internacional contra Venezuela».»El manejo de los bancos en el exterior era muy difícil, ya empezaba a ambientarse todo el bloqueo que más adelante vendría», sostuvo.Acotó que tras las sanciones impuestas a Venezuela, algunos empresarios decidieron irse, mientras que otros «aceptamos el llamado del gobierno para quedarnos a luchar».»Yo fui uno de los que se quedó a luchar y empezamos a utilizar toda nuestra infraestructura para hacer llegar los alimentos, las medicinas y cualquier otra cosa que necesitase Venezuela». El comienzo de una misiónAdemás, Saab mencionó que en abril de 2018 fue nombrado por el gobierno de Nicolás Maduro como «enviado especial» de Venezuela con el objetivo de encargarse de «traer lo que necesitase» el país.Destacó que meses antes de su detención en Cabo Verde viajó a un destino que no especificó, siendo esta su primera misión como diplomático, para «buscar combustible» para el país.»En abril (de 2020) volví a viajar buscando combustible, alimentos y medicinas», dijo.Señaló que cuando fue detenido el 12 de junio de 2020 se encontraba en su tercera misión diplomática.»Normalmente, viajaba hacia el destino que iba vía Argelia, pero ese día nos negaron el permiso de aterrizaje y nos tocó buscar opciones. Me dicen los pilotos que la opción era Cabo Verde. Paramos a colocar combustible y estuve como 40 minutos en la pista, dentro del avión».Recordó que aquella vez se encontraba en compañía de su hijo mayor, quien se quedó atrapado en Venezuela debido a la pandemia de coronavirus.»Estoy hablando con él dentro del avión cuando entran unos funcionarios y de manera agresiva me preguntan mi nombre. Yo les digo que soy enviado especial de Venezuela, les doy toda la explicación, y me dicen que no les interesa y me llevan detenido”, expresó.Aseveró que los uniformados lo sacaron a empujones del avión hasta subirlo a un vehículo donde le «cubrieron» el rostro con una capucha.»Yo decía que era un error, porque ellos sabían que iba en una misión del gobierno, sabían que tenía inmunidad diplomática y pensaba que se iba a arreglar»Fue en un salón ubicado en el aeropuerto del país africano cuando los funcionarios le pidieron una tarjeta de crédito para «comprar una visa de entrada al país».“Abren la maleta, agarran una tarjeta de crédito de mi esposa porque yo no tenía ninguna a nombre mío porque estaba sancionado desde el 2019 por trabajar en el sistema de alimentación de Venezuela (…) Y compran la visa de entrada al país. Eso no sirvió porque quedó el registro de la hora (en) que se hizo el pago”, indicó. Todo tipo de torturasEn sus declaraciones, el diplomático contó cómo fue su vida tras el arresto en Cabo Verde en junio de 2020, desde donde posteriormente fue extraditado a EEUU Saab aseguró haber sufrido todo tipo de torturas durante su detención en el país africano. «Esa primera noche me ponen en un calabozo oscuro, como de dos metros, nadie habla conmigo», relató Saab.»A la noche siguiente, sin comida, sin agua, llegan como a medianoche, empiezan a decirme que debo firmar mi extradición voluntaria a Estados Unidos. Yo me niego», precisó, señalando que posteriormente pasó a ser atado con esposas a una silla. «Acuestan la silla en el piso, sacan una toalla, me la colocan en la cara y me empiezan a echar agua poquito a poco para que yo sintiera que me ahogaba», dijo Saab, agregando que pasaron así cerca de dos horas.Sin embargo, no fueron esas las únicas torturas que experimentó en Cabo Verde. En unas de las prisiones en las que estuvo encerrado, fue golpeado hasta llegar a tener «casi todo el cuerpo morado». «Me picaban en los brazos pero no profundo, me los dejaban como en carne viva», contó. «Me tumbaron estos tres dientes de aquí», dijo al mostrar el lado derecho de la boca.Asimismo, Saab expuso un intento de asesinato que sufrió en una de las cárceles. De acuerdo con sus palabras, se le acercó un prisionero y se le dirigió en un inglés españolizado. «Te van a matar, pagaron 100.000 dólares, hay un cuchillo adentro», recordó sus palabras el diplomático, haciendo hincapié en que ese incidente sirvió para que lo cambiaran de prisión.
Fuente El Universal