El 2024 inició con las sorpresivas declaraciones del presidente Nicolás Maduro, quien no aseguró de momento, buscar una nueva reelección en las elecciones presidenciales que se realizarán en el último trimestre de este año.
«Es prematuro todavía (…) Esperemos que se definan los escenarios electorales (…) Estoy seguro que, con la bendición de Dios, tomaremos la mejor decisión«, dijo Maduro en una entrevista al ser consultado si será el candidato del PSUV.
Al respecto, el analista y presidente de la firma Datanalisis, Luis Vicente León, no descarta que desde el chavismo puedan escoger a otro candidato que goce de más popularidad que Maduro. Sin embargo, señala que el mandatario primero haría el «trabajo rudo».
“Existe el escenario en el que el chavismo decide ejecutar una estrategia de autoprotección, en la que use a Maduro para hacer el trabajo rudo, de pulverizar a la oposición con su control institucional, inhabilitar definitivamente a sus enemigos peligrosos y limitar las condiciones electorales”, expresó León en su artículo para Hispanopost.
Posteriormente, puede decidir “sustituirlo por otro líder chavista más popular para participar en la elección que controla con más seguridad y abriendo la posibilidad de que siendo fresco y diferente podrá reiniciar las negociaciones con Estados Unidos con mayor facilidad”, agregó.
El analista también advierte que hay riesgo de “una nicaragüización del proceso electoral por parte del gobierno, ante su incapacidad de garantizarse un triunfo electoral, incluso en una elección sesgada”.
Al escenario descrito, el experto añade “la posibilidad de que la conflictividad internacional, vinculada a las sanciones y al tema fronterizo con Guyana, nos lleven a un ambiente convulso que ‘justifique’ la suspensión o retraso de la elección”.
Fuente: 2001