Este año se cumplirá el 110º aniversario de la inauguración del Zumaque 1, el primer pozo petrolero oficial de Venezuela. Y es que, sin duda alguna, hablar de nuestro país, sobre todo en su historia reciente, es hablar de petróleo. El petróleo, para bien y para mal, ha determinado gran parte, sino la totalidad, de nuestro porvenir social y político. El “oro negro”, como lo han bautizado varios analistas y autores, ha logrado, lo queramos o no, moldear muchísima de nuestra identidad.
Antonio Azzato, creador del concepto escultural “Las meninas”, inspiradas, naturalmente, en la obra maestra del pintor español Diego Velázquez, ha sorprendido gratamente a los habitantes del municipio Chacao con diecinueve de estas hermosas esculturas que, desde hace unos días, han brindado colorido y belleza a nuestro municipio. Una de ellas, quizás la más llamativa y la que más nos invita a pensar y a reflexionar, está inspirada en la bonanza petrolera, y lleva, como título, “Oro negro”.
La menina “Oro Negro”, situada en la Avenida Francisco de Miranda, a la altura del Centro Plaza, nos deja ver, en trazos sencillos, una torre petrolera en plena producción, además de manchas que representan, naturalmente, las riquezas provenientes de los hidrocarburos, una bendición para algunos, una maldición para otros. Todo esto representado con los colores dorado y negro, asociados, generalmente, a la abundancia.
Divinos Pecados, una de las heladerías con mayor impulso y prestigio tanto en la ciudad de Caracas como en toda Venezuela, se ha querido unir a la celebración de “Las meninas”, en el municipio Chacao, con la creación de “Oro negro”, una espectacular combinación de chocolate (otro de los grandes tesoros criollos) y vainilla con láminas de oro auténtico, todo esto hecho con el mimo y la artesanía que distingue a Divinos Pecados desde hace muchos años.
En un país que, constantemente, atraviesa momentos complicados, es una auténtica fortuna el poder disfrutar de una hermosa exposición de arte al aire libre, más aún si esta experiencia está acompañada por un genuino deleite al paladar. La invitación es a tomarse una foto con la menina “Oro negro” para, acto seguido, degustar el helado del mismo nombre en las preciosas instalaciones de “Divinos Pecados”. Y no olvidar que, por ahora, tal como está plasmado en la escultura, el petróleo seguirá trazando gran parte de nuestros caminos.