El Gobierno de Estados Unidos adelantó que no renovará las licencias generales que autorizaban transacciones relacionadas con la industria petrolera venezolana, cuya vigencia vence este 18 de abril.
Así lo informó a Reuters un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, bajo el argumento de que la administración de Nicolás Maduro no ha avanzado con el cumplimiento con los compromisos que adquirió en la firma de los Acuerdos de Barbados.
“A falta de avances por parte de Maduro y sus representantes en términos de implementar las disposiciones de la hoja de ruta, Estados Unidos no renovará la licencia cuando expire el 18 de abril de 2024″, dijo el portavoz.
Estados Unidos levantó sanciones a Venezuela el año pasado después de los acuerdos de Barbados, para dar al Gobierno venezolano incentivos para que celebre elecciones este año.
Sin embargo, ese levantamiento de sanciones era temporal y condicionado a progresos en el proceso electoral en Venezuela.
A finales de enero, Estados Unidos había vuelto a imponer sanciones al sector del oro.
Estas licencias fueron emitidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos el pasado 18 de abril, como resultado de conversaciones entre delegaciones de la administración de Nicolás Maduro y la de Joe Biden, que culminaron en un acuerdo entre chavismo y la oposición venezolana.
El levantamiento de las restricciones a la industria petrolera, impuestas por la OFAC desde 2019, se produjo a cambio de que Venezuela cumpliera con una serie de compromisos divididos principalmente en dos aristas: la liberación de presos políticos y el otorgamiento de garantías electorales para unas elecciones presidenciales competitivas.
Asi mismo, el pasado 29 de enero del presente año, el jefe de la delegación del Gobierno en las negociaciones con la oposición, Jorge Rodríguez, había advertido que el país responderá en forma «recíproca y enérgica» si Estados Unidos reanuda o aplica nuevas sanciones contra Venezuela, algunas de las cuales fueron suspendidas en octubre por seis meses.
«No vamos a aceptar ningún tipo de presión, ningún tipo de injerencia», advirtió Rodríguez a Estados Unidos al momento de exigirle que no se inmiscuyan en los asuntos internos del país.