Luego de en Moore que los equipos de rescate sacaran a más de 100 sobrevivientes de entre los escombros dejado por el súper tornado, las autoridades dijeron que seis personas seguían desaparecidas
MOORE, EE. UU. Los sobrevivientes de un tornado que arrasó un suburbio en Oklahoma City agradecían el miércoles a Dios, a sólidos armarios y a su suerte por haber sobrevivido al fenómeno que devastó su localidad y causó la muerte de 24 personas, una cifra de víctimas increíblemente baja dado el grado de destrucción.
Al menos una familia se escondió en una tina de baño y algunas personas socorrieron a sus refugios bajo tierra dentro de sus casas cuando el poderoso tornado barrió la localidad estadounidense de Moore, en las afueras de Oklahoma City, el lunes por la tarde.
Mientras equipos de rescate con la ayuda de perros rastreadores seguían el miércoles revisando los escombros, las personas que escaparon al desastre relataban sus experiencias y trataban de recuperar lo que quedaba de sus pertenencias.
«Ayer (martes) estaba adormecida. Hoy lloré mucho. Ahora estoy del lado ganador de esto», dijo Beth Vrooman, quien se escondió en un refugio en su garaje durante la tormenta.
Los vientos del tornado superaron los 320 kilómetros por hora, destruyeron edificios enteros y derrumbaron dos escuelas y un hospital durante los 50 minutos en los cuales el meteoro devastó una franja de 27 kilómetros en el centro de Oklahoma.
Considerado como un tornado de máxima categoría -un EF5 en la escala de Fujita- el fenómeno dañó o destruyó entre 12.000 y 13.000 viviendas y afectó a unas 33.000 personas, dijo el alcalde de Oklahoma City, Mick Cornett.
El presidente Barack Obama tiene previsto viajar al lugar del desastre el domingo, dijo un portavoz de la Casa Blanca.
• ADVERTENCIA
TEMPRANA
Expertos que intentaban explicar la cifra relativamente baja de muertos mencionaron un aviso emitido con 16 minutos de anticipación a la llegada del fenómeno y el elevado estado de alerta en una región conocida como «callejón de los tornados».
De todas formas, algunos habitantes de la zona seguían atónitos por haber sobrevivido.
Tonya Williams, de 38 años, dijo que todavía se sentía en «shock» tras el tornado, después de haberse refugiado en un armario de su casa. La mujer tomó los cascos para bicicletas y se los colocó a ella y a sus hijos de 8 y 6 años, y luego protegió a sus tres perros también en el armario.
«Rezamos. Podía sentir la presión y que era succionada. Puse mi cuerpo sobre ellos para intentar protegerlos», dijo Williams.
Cuando sus vecinos la encontraron, el techo y el piso superior de la casa habían colapsado sobre y alrededor del armario, y encima de él había una gran cruz de madera que la mujer tenía colgada en una pared de la casa. Williams y sus niños sólo sufrieron lesiones leves.
«Si uno no era una persona religiosa antes, ahora sí (…) No se puede usar otra palabra más que ‘milagro'», declaró.
Agencias