Los vecinos de la zona dijeron no haber visto a los asesinos. Un tío y el abuelo de Morales, residen próximos al sitio, pero para ese momento estaban fuera de Caracas
La calle Chaguaramas del barrio El Mirador, en Petare, fue escenario de un doble homicidio la noche de este martes. Duban Morales, de 20 años de edad y Miguel Acosta Ureña, de 26 años, estaban en ese lugar conversando con unos sujetos que llegaron en un vehículo, pero de repente les dispararon y huyeron.
El doble asesinato ocurrió a las 9:30 de la noche. Morales estaba en su vivienda durmiendo, cuando recibió una llamada telefónica y salió a la calle. De ese lugar al sitio donde fue asesinado, hay apenas un kilómetro de distancia.
Según los deudos de Morales, el otro muchacho fue sacado de su casa de la misma manera. Lo llamaron a su teléfono celular y salió con premura, en compañía de su hermano morocho, quien resultó herido de bala en el hecho.
Los vecinos de la zona dijeron no haber visto a los asesinos. Un tío y el abuelo de Morales, residen próximos al sitio, pero para ese momento estaban fuera de Caracas.
Duban Morales era mototaxista desde hace dos años y trabajaba en una línea ubicada en Loma Alta. Era el mayor de dos hermanos. Recibió varios disparos. Un conocido que pasó y vio el cuerpo fue quien avisó a su familia.
Su tío Alexander Morales, dijo que aún no saben quiénes son los asesinos, aunque testigos dijeron que eran cuatro hombres que llegaron y se fueron en un vehículo. Primero los vieron conversando en la calle y al rato escucharon los tiros.
Contó que la calle Chaguaramas era una de las más tranquilas de Petare, pero ya se iguala a otras zonas rojas. No hará llamados a las autoridades porque la policía no sube a esos barrios y por otro lado la gente no denuncia, ya que según dijo: “luego los mismos funcionarios les dicen a los malandros quién los denunció”, comentó.
Morales dijo que el 11 de febrero pasado le mataron a un tío de nombre José Francisco Morales (43), durante un tiroteo en una fiesta a la que se fue escapado de su esposa. Recibió un tiro en plena balacera y cuando llamaron a su mujer para darle la noticia, ella ni creía que se trataba de su pareja porque la creía dormida en casa. “El problema más grande no es el hampa, sino la policía que no hace su trabajo”, agregó.
AA