«Di instrucciones a los comandantes que persigan sin contemplación al Ejército de Liberación Nacional y que no dejen el asesinato de nuestros hombres sin castigo», señaló el mandatario Juan Manuel Santos, que fue ministro de Defensa del 2006 al 2009
BOGOTA. Diez militares murieron y seis resultaron heridos en un ataque de integrantes del rebelde Ejército de Liberación Nacional en una zona del noreste de Colombia, en una de las mayores acciones de ese grupo insurgente contra la fuerza pública.
Inicialmente el presidente Juan Manuel Santos había informado en un mensaje de su cuenta de Twitter que eran seis los uniformados fallecidos y atribuyó el ataque al ELN. «Lamentamos la muerte de seis héroes de nuestro ejército en ataque del ELN en Norte de Santander. Nuestros corazones están con sus familias», dijo Santos en la red social.
Pero poco después el comando militar elevó primero a nueve y luego a 10 los uniformados muertos en el ataque, no en enfrentamientos, en una zona rural del municipio de Chitagá, en el departamento de Norte de Santander y a 325 kilómetros al noreste de Bogotá.
El mandatario dijo más tarde en otro tuit que ordenó a los mandos castrenses perseguir a los rebeldes responsables del ataque.
«Di instrucciones a los comandantes que persigan sin contemplación al ELN y que no dejen el asesinato de nuestros hombres sin castigo», señaló el mandatario, que fue ministro de Defensa del 2006 al 2009.
El ataque fue el miércoles cerca de las 2 de la madrugada a una patrulla de 32 hombres, dijo a la AP el general Juan Pablo Amaya, comandante de la II División del Ejército, con jurisdicción en aquella zona.
Las víctimas mortales son un teniente y nueve soldados, añadió el oficial en breve diálogo telefónico mientras dirigía operaciones de búsqueda de los guerrilleros y la evacuación de los cadáveres.
De los seis heridos, dos están en estado grave, añadió el jefe militar al dar un balance de lo ocurrido.
Agregó que al menos uno de los miembros de la patrulla, el cabo Fabián Huertas, está desaparecido y presumen que estaría en poder de los rebeldes.
Los insurgentes emboscaron a la patrulla que estaba reunida y apostada en un sitio fijo, indicó el general sin ofrecer otros detalles como si los uniformados estaban durmiendo.
El resto de los miembros de la patrulla resultó ileso y pudo reaccionar y defenderse, «sino hubiéramos tenido una tragedia y hubiera sido peor», dijo.
«Los militares fueron atacados de manera indiscriminada con artefactos explosivos artesanales… lanzados contra la patrulla», dijo la II División del Ejército en un comunicado divulgado en la página de internet del comando militar.
Indicó que era una patrulla de control rutinario de seguridad. Dijo que los lesionados ya eran atendidos en hospitales.
Los departamentos de Norte de Santander y Santander, en el noreste y este del país, han sido tradicionalmente los bastiones del ELN, la segunda guerrilla más grande del país.
Surgida en los años 60, actualmente cuenta con entre 2.000 a 3.000 integrantes, según el Ministerio de Defensa.
El ataque fue el más grave desde que en febrero siete soldados murieron en enfrentamientos con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona de Milán, en el departamento de Caquetá, al sur del país.
Al ELN, que ha dicho estar dispuesto a sentarse a negociar con el gobierno un acuerdo de paz, no se atribuía una acción similar desde que en septiembre de 2010 al menos cinco soldados murieron en choques con la guerrilla en una región de Antioquia, al otro extremo del país, en el noroeste colombiano.
El presidente Santos ha dicho que aspira llegar a esos diálogos con el ELN pero primero ha demandado la liberación de rehenes en poder del grupo rebelde como el ciudadano canadiense Gernot Wober, secuestrado el 18 de enero en una zona minera del norte del país. Wober es vicepresidente de exploración de Braeval Mining Corp, una empresa basada en Toronto.
FARC niega el secuestro
de dos turistas españoles
La guerrilla colombiana de las FARC rechazó el miércoles su responsabilidad en el secuestro de dos españoles en el norte de Colombia y afirmó que está cumpliendo en «todo el territorio nacional» una directiva desde el año pasado que prohíbe las retenciones con fines económicos.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, confirmó el martes el secuestro de dos turistas españoles y dijo que su departamento ha estado en contacto con el Gobierno de Colombia y sus familias.
Aunque no se refirió a los responsables, medios españoles señalaron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como los captores.
«Rechazamos categóricamente este nuevo absurdo de estar acusando a las FARC de acciones de delincuencia común», dijo Andrés París, uno de los miembros del equipo de la guerrilla que celebra un diálogo de paz con el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en declaraciones en La Habana.
Las autoridades colombianas buscan a los turistas españoles Ángel Sánchez Fernández, de 49 años, y María Concepción Marlaska, de 43, quienes estaban de vacaciones en Colombia cuando fueron secuestrados el pasado viernes mientras viajaban a un centro turístico en el departamento de La Guajira.
«Reiteramos que la orden dada por el Secretariado Nacional del Estado Mayor de las FARC de cero retenciones de personas se está cumpliendo en todo el territorio nacional», dijo París a periodistas antes de entrar a una nueva ronda de diálogo, en la primera reacción de la guerrilla al anuncio de los secuestros de los españoles.
Desde el pasado 20 de febrero de 2012, la guerrilla marxista informó en una directiva a todas sus unidades, compañías y bloques de que prohíbe el secuestro con fines económicos.
Agencias