Víctor Ernesto Monterola Sanz, acusado por actos lascivos, tomó la trágica decisión al enterarse que iba a ser trasladado al Circuito Judicial de Barlovento, con sede en Guarenas
El cuerpo sin vida de Víctor Ernesto Monterola Sanz, de 54 años de edad fue levantado del piso de uno de los calabozos de la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, Cicpc, subdelegación de Higuerote, luego de que éste tomara la trágica determinación de estrellar su cabeza contra una pared, luego de que fuera notificado de su traslado al Circuito Judicial de Barlovento, por estar presuntamente incurso en el delito de actos lascivos en contra de una menor de 8 años de edad.
La información conocida de manera extraoficial y que causó revuelo en horas de la mañana de este miércoles en la sede investigativa, señala que el hombre estaba detenido desde el pasado lunes 20 de mayo, luego que su concubina, la madre de la menorcita, lo denunciara por la realización de actos lascivos en perjuicio de la niña, hecho del que tuvieron conocimiento la Fiscalía 18 del Ministerio Público y el Consejo de Protección del Niño Niña y el Adolescente, organismos estos que ordenaron su detención.
Se supo igualmente, que a eso de las 8:00 de la mañana y una vez que Víctor Ernesto, se aseara y cambiara de ropa para ser llevado al Circuito Judicial en Guarenas, éste se encontraba un tanto nervioso y caminaba de un lado a otro y repentinamente ante la mirada de sus compañeros de celda se abalanzó contra una pared y estrelló su cabeza quedando inconsciente en el piso. Los gritos de los otros detenidos colmaron la escena y de inmediato funcionarios de guardia en la sede policial procedieron a su traslado al Hospital General de Higuerote, donde llegó sin signos vitales.
Familia Monterola
exige una investigación
En la sede del Hospital General de Higuerote, los ánimos de familiares y amigos del occiso se caldearon e impidieron que funcionarios del Cicpc se llevaran el cadáver a la morgue sin que antes fuera revisado por un médico forense y con la presencia de un Fiscal del Ministerio Público.
Carmen Eumelia y José Gregorio Monterola, hermanos del fallecido, así como primos, familiares y amigos, pedían una investigación con respecto al suceso ante la presencia de trabajadores del hospital, funcionarios de la Guardia del Pueblo y los altos jefes del Cicpc.
Al sitio se hicieron presentes el comisario Heriberto Alfonso, Jefe de la Región Miranda del Cicpc; el comisario Humberto Linares, Jefe de Inspectoría Regional y los comisarios George Quintero, del Eje de Homicidios de Barlovento y Ángel Blanco, Jefe de la subdelegación de Higuerote. Este último logró conversar con los familiares, quienes cedieron ante la firme promesa de que se realizará una detenida investigación.
El cadáver del hombre fue traslado a la Morgue de Los Teques donde se le realizará la autopsia de ley y se determinara la causas de esta muerte, aunque algunos de los familiares presentes en el hospital, insistían en que «Monterola Sanz pudo haber sido asesinado».
El comisario Heberto Alfonso, manifestó que siete de los detenidos en la celda que estaban con el hoy occiso, fueron llamados a declarar y éstos habrían confirmaron la versión policial sobre el suicido del hombre.