Resulta insólito que Atamaica Nazoa, a quien la conocen como “La Chata”, quien baila al son que le toquen… ¡y por dinero baila hasta reggaeton!, despotrique de una profesional como Josemith Bermúdez, desfasándose de lo que es una competencia por el rating y convirtiendo la rivalidad en una afrenta a la ética y objetividad, que se supone debe tener una comunicadora social
Como informáramos en ediciones anteriores, la guerra por la sintonía del bloque de las mañanas de los dos más vistos canales de televisión del país es sin cuartel. La Bomba lidera el horario comprendido de 11 a 12 del mediodía, pero Portada’s afirma lo mismo. Una polarización que ha enguerrillado aún más la competencia y ha sacado las miserias humanas de algunos “periodistas” a flote.
Las miserias de Atamaica
El ataque a una de las animadoras del programa de Televen, específicamente Josemith Bermúdez, es una prueba contundente de lo antes expuesto. “La Chata” dice en su columna de farándula, que ésta no es periodista y es una figura de quinta categoría. Mis preguntas a la licenciada Atamaica Nazoa son las siguientes: ¿Desde cuando Kerly Ruiz es periodista? ¿Dónde se graduó El Pollo Brito de fablistán? ¿Y Osmariel Villalobos? No se puede criticar lo que se tiene en casa… Una cosa es la competencia y otra es desfasarse por defender lo indefendible y menos sustentado por un ego endiosado, que no demuestra ni la objetividad y ética que debe tener un comunicador social, ni mucho menos alguien a quien todo el mundo sabe, baila al son que le toquen… ¡y La Chata por dinero baila hasta reggaeton!
¿Dónde está la mentira?
No es falso, que al nuevo grupo de periodistas que Portada’s seleccionó para reforzar el programa, se le haya ofrecido un salario… ¡eso sí! con la condición de no ir más a La Bomba. ¿Dónde está la mentira? Si hasta este redactor conoce la cantidad que se les ofreció por su “exclusividad”: 400 bolívares por llamado o pauta. Tanto Kerly Ruiz, El Pollo Brito, Mariela Celis y Osmariel Villalobos, hacen un trabajo digno y cumplen con un libreto que la producción del programa hace para tal fin. Entonces, ¿qué critica La Chata? Josemith Bermúdez hace lo mismo y lo hace muy bien. El único “detalle” es que lo realiza en La Bomba y ella –La Chata- está contratada por Venevisión. Las costuras se le ven a leguas y su miseria también… ¡Objetividad señora!
La verdad molesta
Otro caso que vale la pena mencionar, es la molestia de una de las periodistas nuevas que contrató el canal y que se molestó con la salida de la información. Hasta una carta iba a escribir para enviar a la directiva de Televen, pero no consiguió consenso de sus compañeros para firmarla ¿Cómo la iban a firmar, si nada de lo que se ha informado es falso? Cada quien es dueño de hacer con su vida y su dignidad lo que quiera, pero también debe asumir sus actos y decisiones. El respeto se gana y la credibilidad también.
Muerde aquí
Diego Kapeky
Twitter: @diegokapeky