Manifestación contra asesinos de un soldado británico en el centro de Londres y expresiones de rechazo contra musulmanes
LONDRES. Unos 1.000 manifestantes de ultraderecha gritando «asesinos musulmanes, fuera de nuestras calles» recorrieron el lunes las calles del centro de Londres, en medio de un creciente sentimiento antimusulmán tras el asesinato de un soldado británico la semana pasada.
Lee Rigby, un soldado de 25 años, fue degollado en el sur de Londres por dos hombres que dijeron haberlo matado en nombre del islam. El ataque conmocionó a Reino Unido y desató una ola antimusulmana, con incursiones contra mezquitas.
En una manifestación tensa, aunque pacífica en líneas generales, seguidores de la ultraderechista Liga de Defensa Inglesa (EDL por sus siglas en inglés) marcharon en Londres cerca de la residencia del primer ministro David Cameron con pancartas y gritando lemas antiislámicos.
«El extremismo islámico es probablemente la amenaza número uno para Reino Unido», dijo un manifestante llamado Ben Gates. Otros de los presentes cantaron: «Atacantes musulmanes, fuera de nuestras calles».
Otro manifestante, Samuel Hames, dijo de Rigby: «Sobrevivió a su gira por tierras extranjeras y viene a casa con su familia y le pasa esto que es repugnante».
Casi 2.000 personas realizaron una manifestación similar en la ciudad de Newcastle, en el norte del país, el sábado. Dos hombres fueron detenidos durante la noche por lanzar bombas incendiarias contra un centro cultural islámico en Grimsby, en el noreste de Inglaterra. Ataques similares ocurrieron la semana pasada.
Mientras grupos antiracismo advirtieron que podría haber más represalias, Cameron estaba muy presionado el lunes por haberse ido de vacaciones. Una serie de fotos suyas, en las que aparece relajado en Ibiza, han provocado que los medios de comunicación cuestionen su liderazgo en un momento de intranquilidad.
«¿Ibiza es lo suficientemente tranquila para usted, primer ministro?», se preguntó el periódico de derecha Daily Mail.
Faith Matters, una organización caritativa que intentaba calmar las tensiones religiosas, dijo que había registrado un incremento en las informaciones de ataques de fobia contra el Islam en llamadas a su línea telefónica, describiendo los incidentes como «ataques muy enfocados, muy agresivos».
Agencias