La policía identificó al hoy occiso como Yorman Antonio Páez Muñoz, de 31 años de edad, quien falleció de manera inmediata, la noche del pasado domingo
Por tercera vez, en siete años, Mirian Páez acude a la Medicatura Forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de los Valles del Tuy, a retirar el cadáver de un hijo. En esta oportunidad el occiso es Yorman Antonio Muñoz Páez de 31 años de edad, quien fue acribillado, la noche del pasado domingo, en el sector La Coromoto de Quebrada de Cúa, municipio Urdaneta. La víctima recibió tiros en la cabeza, tórax, brazos y piernas. Murió al instante. El cadáver quedó en la vía pública.
Buscaba un dinero
Entre lágrimas la mujer narró que su hijo había ido al referido sector a cobrar 400 Bs, producto de su trabajo como obrero en la edificación de las casas que construye la Misión Vivienda Venezuela en la zona. Dijo que cuando Yorman se retiraba, luego de recibir la plata, fue sorprendido por varios desconocidos, quienes les dispararon. Los extraños no mediaron palabra alguna.
“Con ese dinero Yorman iba a comprar un paquete de pañales a su niña de un año de edad”, expresó la dolida mamá, quien narró que además su vástago también deja una descendiente de 7 años huérfana y una mujer viuda.
Era el octavo de 16 hermanos. Vivía en el sector 5 de Los Rosales de Quebrada de Cúa. También laboró en la construcción de unos edificios en el Dividive de Charallave. No le robaron el dinero. El Cicpc lo halló en la pretina del pantalón que vestía. Su familia pidió justicia.
Como que
si fuera ayer…
Con el crimen de Yorman Antonio, Mirian recuerda, como que si fuera ayer, que además la violencia que impera en las calles de Venezuela le ha quitado a dos hijos más. El primero en sucumbir al accionar del hampa fue Carlos Antonio, quien hace siete años fue asesinado en la parte baja del sector La Coromoto de Quebrada de Cúa. Recibió varios tiros. El crimen aún está impune. Dos años más tarde la muerte tocó a Richard Antonio. Era estudiante de la Escuela Técnica “Cruz Villegas” de Quebrada de Cúa. Fue localizado muerto en una zona boscosa junto al cadáver de su primo Jonathan Canelón y un amigo de ambos, en un paraje solitario de Caujarito. Al parecer fueron secuestrados en el terminal de Charallave. Richard había salido de su casa con destino a la urbanización Ciudad Miranda en el municipio Cristóbal Rojas donde iba a trabajar en una topografía en la que meses antes realizó pasantías, pero luego apareció sin vida.
Sin descartar hipótesis
Al sitio del suceso acudió una comisión del Eje contra Homicidios del Cicpc del Tuy. Los detectives levantaron el cadáver. Investigan el caso. No descartan hipótesis.
Una fuente reveló que el presunto asesino es un sujeto apodado “El Chiquito”, quien integra una peligrosa banda delictiva. El hampón actuó en compañía de otros pillos. Todos estaban armados, según reveló la policía.
También se supo que la mamá y un hermano de “El Chiquito” fueron asesinados por diferencias delictivas.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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