Unos 100.000 cristianos mueren cada año por razones vinculadas a su fe, denunció un responsable del Vaticano, observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, informó el martes Radio Vaticano.
Según «investigaciones fiables» se ha llegado a la «chocante conclusión» de que «más de 100.000 personas cada año por motivos que tienen alguna relación con la fe», denunció Monseñor Silvano Maria Tomasi, en el curso de la 23ª sesión del diálogo interactivo entre el Consejo de derechos humanos y el Alto Comisariado.
A estas muertes se suman otras «plagas», dijo Tomasi : cristianos expulsados, destrucción de lugares de culto, o secuestro de sus religiosos, como ocurrió en Siria con dos obispos ortodoxos raptados cerca de Alepo.
Medio Oriente, África y Asia son los lugares donde se producen mayores violaciones contra la libertad religiosa, «fruto del sectarismo, de la intolerancia, del terrorismo y de las leyes de exclusión», explicó.
Por otra parte, según Radio Vaticano, Tomasi expresó su congratulación al Primer ministro de Bangladesh que ha incluido una ley contra la blasfemia en la legislación de su país.