La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó hoy un atentado con explosivo perpetrado contra la sede del diario venezolano Panorama y pidió a las autoridades garantías para el ejercicio del periodismo.
La SIP,con sede en Miami, instó además al Gobierno venezolano a investigar con premura este atentado, identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
El presidente de la SIP, Jaime Mantilla, director del periódico ecuatoriano Hoy, solicitó en un comunicado a las autoridades venezolanas que garanticen la «seguridad física de quienes ejercen la libertad de prensa» e investigue con celeridad este atentado que, «aunque no tuvo resultados fatales, alienta la autocensura y la cultura del miedo».
El lunes pasado fue lanzado un artefacto explosivo contra las instalaciones del periódico Panorama, en el centro de Maracaibo (estado de Zulia), sin que se reportaran víctimas ni daños materiales.
Según dijeron testigos al diario citado, el explosivo estaba colocado dentro de una caja de zapatos que fue lanzada desde un vehículo en marcha. En el lugar de los hechos fueron hallados panfletos de un grupo autodenominado Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL) Bolívar Vive.
La presidenta de Panorama, Patricia Pineda Hernández, explicó a medios locales que la caja contenía «dos explosivos de los cuales solo estalló uno». «Desconocemos -resaltó- el origen de este hecho, sin embargo no caeremos en provocaciones de este tipo» que intentan «limitar nuestra labor de informar con la veracidad y objetividad que nos caracteriza».
Por su parte, Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, subrayó que, «para evitar que estas acciones se conviertan en costumbre», urge que las «instancias encargadas den prioridad al caso para que no quede impune, ya que este es el mejor remedio contra la violencia».
Mantilla y Paolillo, que están en Honduras como parte de una misión internacional de la SIP, citaron el cuarto principio de la Declaración de Chapultepec, que subraya que «la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa», por lo que «estos actos deben ser investigados con prontitud y sancionados con severidad».
EFE