GINEBRA. La máxima responsable de Derechos Humanos de la ONU instó el miércoles a las potencias occidentales a no suministrar armas a Siria y a presionar a ambas partes de la guerra civil a encontrar una solución política que impida más masacres y amenazas a la estabilidad regional.
«Si la actual situación persiste, o se deteriora más, se producirán con certeza más masacres entre comunidades, no sólo serán un riesgo», dijo Navi Pillay, en un debate urgente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el miércoles.
«El mensaje para todos nosotros debería ser el mismo: no apoyaremos este conflicto con armas, municiones, política o religión», dijo al foro de Ginebra, formado por 47 miembros.
Pillay habló después de que la Unión Europea (UE) decidiera dejar que expirara el embargo de armas de la UE a Siria y Rusia indicara que enviaría un sistema de defensa aérea avanzado S-300 al Gobierno de Damasco pese a las objecciones de Estados Unidos, Francia e Israel.
Francia y Gran Bretaña, principales potencias militares de la UE y fervientes defensores de acabar con el embargo, dijeron que no habían tomado ninguna decisión de armar a los rebeldes sirios, pero que querían presionar al presidente Bashar al-Assad -que cuenta con el apoyo ruso- para que negocie.
El Consejo abordó los crecientes combates en el conflicto sirio de 26 meses, especialmente la acometida de las fuerzas gubernamentales en la localidad fronteriza de Qusair, en control de los rebeldes, a petición de Qatar, Turquía y Estados Unidos.
«El asalto a Qusair es el último de los intentos del régimen de usar una guerra sectaria para dividir al pueblo sirio», dijo la embajadora estadounidense, Eileen Chamberlain Donahoe, en el encuentro. «No hay espacio para Assad o miembros de su gobierno que han cometido atrocidades», añadió.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, criticó el borrador de la resolución respaldada por Estados Unidos que condena al Gobierno sirio, diciendo que era «odioso» y minaría los esfurezos para celebrar una conferencia de paz internacional.
El embajador sirio, Faysal Jabaz Hamui, condenó la sesión del Consejo, además de a Qatar y Turquía, acusándolos de ser «los principales artífices del derramamiento de sangre en Siria» al ayudar a «reclutar yihadistas extremistas» de más de 40 países.
El borrador de resolución es «parcial y políticamente motivado», dijo y agregó: «Está lejos de la verdad».
AP