Las varices son venas que se encuentran localizadas en la dermis, estando o no con sus válvulas insuficientes. Son más comunes en miembros inferiores pero también se pueden observar en los testículos, esófago, pared abdominal, vulva y región anorrectal.
La función básica del sistema venoso es promover el retorno de la sangre al corazón, además constituye un sistema de almacenamiento y control del volumen sanguíneo, permitiendo mantener las presiones en niveles fisiológicos. Las venas superficiales, por su proximidad en la piel, poseen un importante papel en la regulación de la temperatura. El sistema venoso actúa en contra de la gravedad para mantener el retorno venoso y las válvulas se convierten en un importante componente para lograr esta tarea.
En las várices primarias, las válvulas insuficientes dejan de contener la sangre y se produce el reflujo lo que conlleva al aumento de la presión venosa. Es allí cuando la circulación linfática aumenta la reabsorción de líquidos para poder compensar. Al aumentar la presión ocurre elongación, dilatación y tortuosidad de los capilares venosos, lo cual se evidencia clínicamente como várices. Además, la permeabilidad aumentada permite el paso de hematíes hacia el espacio intersticial, con degradación de la hemoglobina a hemosiderina llevando a la coloración oscura en los tobillos.
Aparte de la observación de las várices, la insuficiencia venosa se acompaña de síntomas como cansancio, pesadez en las piernas, dolor, inquietud, sensación de quemazón, ardor o picazón, calambres, hinchazón e incluso úlceras.
La Dra. Norma Pedrañez, médico radiólogo de UNIMEL, asegura que en el diagnóstico de las várices se realiza con la ecosonografía doppler triplex para los miembros inferiores. Éste permite evaluar la anatomía y el funcionamiento del sistema venoso superficial y profundo, lo cual incluye descartar trombosis, insuficiencia, entre otros; y de esta forma elegir el tratamiento más adecuado. Es un método no invasivo que puede ser realizado múltiples veces, por ejemplo como control post-tratamiento.
Por su parte, la Dra. Lidia Gómez Rocha, dermatólogo de UNIMEL, opina que para el tratamiento de las várices existen múltiples opciones que pueden ser usadas:
Cambios de hábitos de vida: Bajar de peso, alimentación balanceada alta en fibras para evitar el estreñimiento, evitar el calor y el sol. Además, se debe evitar estar parado por mucho tiempo y realizar actividades físicas con regularidad. El uso de tacones favorece anatómicamente al sistema venoso en su función del retorno venoso. En algunos casos, suspender el uso de anticonceptivos orales que incrementan la aparición de várices.
Uso de flebotónicos: Existen varios medicamentos en el mercado, siendo las flavonas y los flavonoides los que han demostrado mayor eficacia y que pueden ser recomendados por su dermatólogo.
Uso de la compresión: Por medio de medias antivárices que ejerzan presiones mayor a 10 mmHg, disminuyen la distensión e hipertensión venosa. Entre las ventajas están que su uso todo el día previene el edema y reduce la hiperpigmentación y equimosis post-esderoterapia al disminuir la formación de trombos.
Escleroterapia química: Consiste en la inyección de sustancias esclerosantes dentro de las várices para lograr su desaparición. A lo largo del tiempo se han utilizado muchas sustancias como las soluciones hipertónicas y el polidocanol. Hasta ahora, esta última sigue siendo la mejor técnica en el tratamiento de várices.
Escleroterapia física laser: Hay varios laser para el tratamiento de esta patología como decolorante pulsado (Dye laser 595nm – Vbeam), Diodo 900nm, Nd:YAG de 1.064nm y el uso de luz pulsada intensa (IPL) con filtros de alrededor de 600nm. Todas estas fuentes de luz tienen como objetivo la hemoglobina, la cual tiene un amplio rango de absorción por la luz. Una vez emitido el pulso láser, la luz es absorbida por la hemoglobina y se produce un aumento importante de la temperatura produciendo la coagulación de la misma y obliterando el vaso sanguíneo que está siendo tratado. Dependiendo de la profundidad de las várices, se pueden usar distintos tipos de laser.
Cirugía: Sólo se realiza en casos de insuficiencia venosa severa por cirujanos cardiovasculares.