Acusan a los socios de Berlusconi
MILAN. Fiscales italianos pidieron el viernes sentencias de prisión de siete años para tres socios de Silvio Berlusconi por haber contratado a Karima El Mahroug, alias «Rubí la Robacorazones», para tener sexo con el ex primer ministro cuando la joven tenía menos de 18 años.
Este mes se espera el veredicto en el juicio a Berlusconi bajo cargos de pagar por sexo a una menor de edad y de abuso de poder, algo que podría significar un dolor de cabeza para la coalición gobernante del primer ministro Enrico Letta, que depende del apoyo de Berlusconi para sobrevivir.
Emilio Fede, un ex presentador de noticias en el imperio televisivo de Berlusconi -Mediaset-, y el agente del espectáculo Lele Mora fueron cómplices en un sistema en el que mujeres recibían pagos para asistir a las ahora notorias fiestas «bunga bunga» en el complejo del ex primer ministro, dijo en una audiencia en Milán el fiscal Antonio Sangermano.
Fede y Mora, junto al ex higienista dental Nicole Minetti, afrontan cargos por la contratación de El Mahroug en un caso que se lleva adelante junto al juicio al propio Berlusconi. Los tres niegan las acusaciones.
El Mahroug, ex bailarina de clubes nocturnos, también niega haber sido prostituta o tenido sexo con Berlusconi, de 76 años, pero ha dicho que asistió a fiestas en su residencia palaciega cerca de Milán, donde recibió miles de euros.
Fiscales dicen que los tres acusados crearon un «sistema de prostitución» en beneficio de Berlusconi en el que las cenas eran seguidas por bailes eróticos en una discoteca subterránea y luego por sexo, a cambio del cual las jóvenes mujeres recibían pagos en regalos y dinero.
Fede, quien vio por primera vez a El Mahroug en un concurso de belleza en Sicilia, «apreció la belleza de Rubí como un conocedor de los finos vinos», dijo al tribunal Sangermano, agregando que Mora la había «guarecido antes de introducirla en el circuito».
El caso Rubí se ha vuelto el centro de una tensa batalla en la cual Berlusconi, ex primer ministro y líder del principal partido de centroderecha de Italia, y sus seguidores han acusado a los fiscales de intentar destruirlo por razones políticas.
Agencias