Se trata de la estrella televisiva Tim Samaras, de 55 años, un conocido divulgador, su hijo Paul, de 24, y el meteorólogo Carl Young, de 45.
El coche en el que viajaban, un vehículo blanco con su equipo incorporado, quedó absolutamente destrozado, «aplastado como una lata», según dijeron los bomberos que los encontraron.
Fueron los propios familiares los que informaron al canal CNN de la muerte de éstos. En seguida, el canal Discovery envió un mensaje de condolencia hacia los fallecidos.
Tim Samaras grabó tormentas durante décadas. En una entrevista realizada hace dos semanas por National Geographic, sociedad de la que era miembro, Samaras describía su fascinación por los tornados.
«Vi El mago de Oz cuando era niño y me juré a mí mismo que vería algún tornado en mi vida. Los tornados desde entonces se han convertido en mi objetivo», contaba.
National Geographic concedió a Samaras 18 becas para su investigación. «Ha sido un valiente y brillante científico que persiguió sin miedo tornados y rayos para lograr una mejor comprensión de este campo», dijo Terry García, ejecutivo de la sociedad National Geographic.
«Aunque a veces lo damos por sentado, la muerte de Tim nos recuerda los riesgos que corren muchos hombres y mujeres que trabajan por nosotros», aseguró García.
Tim Samaras fundó un programa de investigación sobre la formación de los tornados llamado TWISTEX (Tactical Weather Instrumented Sampling in Tornadoes Experiment), para poder alertar con más antelación.
Un cazatormentas
que no se arriesgaba
Chad Myers, meteorólogo de CNN que también cubrió la tormenta del viernes en Oklahoma, aseguró que Tim Samaras era conocido por su atención a la seguridad.
«Simplemente no hay nadie más seguro que Tim. Tim nunca se pondría en peligro», dijo Myers. «Desde luego, no pondría a su hijo en peligro».
«Uno de los objetivos de Samaras», dijo Myers, era recopilar más datos para ayudar a los funcionarios del gobierno. «Todos sabemos que esto es difícil y peligroso, y a veces las cosas salen mal. Pero creo que retratar a Tim solo como un cazador que busca emociones es algo equivocado», agregó.
«Tim no era solo uno de esos tipos que se acerca, se metía en las rutas, dejaba sondas y se quitaba del camino», recordó Doug Kiesling, un fotógrafo cazatormentas que se autodenomina ‘El paparazzi del clima’.
«Esto realmente ha conmocionado a todos en la comunidad de cazadores», dijo. «Sabíamos que esto ocurriría algún día, pero nadie creyó que le sucedería a Tim. Tim era una de las personas con quien estabas más seguro ahí… Había tenido experiencias peligrosas, pero siempre tenía una ruta de escape».
Agencias