Tres meses después de la muerte del presidente de la República Hugo Chávez, el Cuartel de la Montaña, lugar donde reposan sus restos, continúa recibiendo peregrinos de todas las partes del país que se acercan a presentar sus respetos al líder de la Revolución Bolivariana.
Gente mayor y grupos de niños desde los colegios, hombres jóvenes solos o acompañados entran a presentarle sus respetos al líder que reposa en el que fue por un tiempo Museo Histórico Militar se convirtió en 2002 en cuartel por orden del mandatario fallecido el pasado 5 de marzo.
Enclavado en el popular barrio del 23 de Enero, una zona tradicionalmente izquierdista del oeste de Caracas, la más popular de la capital venezolana, el edificio se divisa desde las instalaciones del Palacio Presidencial de Miraflores, unos centenares de metros más abajo.
«Recibimos alrededor de 800 personas diarias de martes a viernes que suben a 2.000 los fines de semana», informa una integrante de las milicias bolivarianas -cuerpo de seguridad creado por el presidente Chávez hace unos años-, que sirve de guía para un grupo de visitantes en el recinto.
Luisa Abreu viajó desde Cumaná (en el extremo oriental de Venezuela) para visitar el féretro del comandante-presidente. «Su partida fue un dolor terrible, como si hubiese perdido a un familiar», declara a Efe visiblemente emocionada.
Al pasar junto al féretro de Chávez, ubicado sobre la denominada Flor de los Cuatro Vientos diseñada por el arquitecto nacional Fruto Vivas, rompe a llorar y se abraza a su madre, que tampoco puede reprimir las lágrimas. «Donde quiera que esté (Chávez) que sepa que estamos con él y vamos a seguir adelante», afirma Abreu.
Mientras el recorrido se lleva a cabo, las brigadas de limpieza se encargan de adecentar el lugar para la ceremonia en la que hoy, miércoles, el presidente Nicolás Maduro encabezará un acto en conmemoración de los tres meses de la «partida física» de Chávez, forma en la que los oficialistas se refieren a su muerte.
El edificio está distribuido en varias salas en las que se exponen todo tipo de recuerdos de la vida de Hugo Chávez.
Desde recuerdos familiares de la infancia, pasando por su época de crecimiento militar dentro de las Fuerzas Armadas; la Presidencia del país desde 1998 y las imágenes de su última campaña electoral, que desembocó en su reelección por tercera vez como presidente para el período 2013-2019 que no pudo cumplir.
Juan José Macasi no duda en pedir a sus acompañantes en el grupo de visita que le hagan fotos junto a un cuadro del comandante, al lado del féretro, y otras -las más demandadas- junto a las gigantografías de su cierre de campaña presidencial bajo la lluvia el 4 de octubre de 2012.
«Visitar el lugar donde todo esto (la Revolución Bolivariana) se inició y nuestro comandante nos llenó a todo el pueblo venezolano de esperanza (…) me llena de sentimientos», afirmó Macasi, que viajó desde San Carlos, en el oeste del país, aprovechando unos días de vacaciones.
Debido al intenso calor que azota la capital venezolana, el gobierno ha montado una hilera de carpas a la entrada del Cuartel de la Montaña para que los visitantes se guarezcan del sol.
Allí se encuentra María Alzira Castañeda, una mujer mayor que se acercó desde Barquisimeto, en el oeste del país, para presentar, por primera vez, sus respetos al presidente fallecido.
«Presidentes como ese no llegan más a Venezuela. Luchó por nuestro país, hizo muchas cosas y las que le faltó por hacer», afirma convencida.
Sentada en la cola esperando el turno de entrada para su grupo, Castañeda defiende junto a su marido que Chávez fue «un presidente muy querido por toda Venezuela y por el mundo entero».
«Sí, Dios se lo llevó (a Chávez), bueno, pero tenemos que seguir luchando por nuestro país, nuestra patria y por toda Venezuela y el mundo entero», sostiene.
Cerca de ella, Luisa Abreu asegura: «si hay que ir a la calle a luchar por esta revolución, lo vamos a hacer». EFE