La auditoría de las presidenciales en Venezuela, en las que se impuso el chavista Nicolás Maduro, concluyó «sin discrepancia» en 99,98% de los votos, informó este martes la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, tras un proceso que duró más de un mes y fue calificado como «farsa» por la oposición.
«En los últimos 30 días, de los comprobantes de votación auditados, 4.596.432 estuvieron sin discrepancia alguna con las actas de escrutinio, lo cual representa 99,98%», dijo Lucena en una cadena transmitida por todas las radios y televisoras del país.
«El total de comprobantes faltantes es de 0,02%, lo cual está por debajo del valor histórico de auditoría posterior (a unas elecciones)», añadió la responsable, precisando que en las actas están «debidamente» explicadas las causas de ese error.
Lucena estimó que este resultado demuestra que «Venezuela cuenta con un sistema electoral blindado contra el fraude y el error», luego de que se auditara 54% de las mesas de votación al término de la jornada electoral del 14 de abril y el resto con esta auditoría.
El líder opositor Henrique Capriles, quien perdió por un reducido margen de 1,49% puntos porcentuales ante Maduro e impugnó el resultado ante la justicia al denunciar irregularidades, rechazó por adelantado los resultados del proceso.
En su primer programa transmitido por su canal de internet, Capriles TV, el ex candidato presidencial calificó este martes la auditoría como «una farsa». Para él, «no hay que ser un experto en tecnología para saber que al comparar papeletas con actas de escrutinio el resultado va a ser el mismo».
Capriles había solicitado inicialmente una auditoría que incluyera la huella, el conteo de las papeletas, la verificación de las actas y de los cuadernos de votación. La oposición consideró que esta sería la única forma de demostrar que las identidades de personas fallecidas, por ejemplo, no hubiesen sido utilizadas como votantes en el proceso del 14 de abril.
El CNE insistió no obstante en que lo correcto era comparar el número total de comprobantes de votación con el acta de escrutinio impresa por la máquina. Lucena aseguró este martes que hacer otra cosa «sería ilegal».
Frente a esa respuesta que ya había sido dada desde el inicio de la auditoría, la oposición desistió de participar en el proceso, que continuó acompañado solo por técnicos oficialistas hasta su conclusión.
Lucena dijo por otro lado que la presunción de Capriles de que personas fallecidas hubiesen votado es «falsa», pues técnicos de la oposición habían participado en la auditoría -previa a las elecciones- realizada al registro electoral.
Tras rechazar la auditoría del CNE, la Mesa opositora de la Unidad Democrática impugnó los resultados de las elecciones presidenciales ante el Tribunal Supremo de Justicia. De este proceso aún no ha habido un pronunciamiento oficial.
Capriles aseguró este martes que los lapsos del tribunal «se vencieron todos» y que «tenemos derecho de llevar el caso a las instancias internacionales», aunque recordó que debe esperar a agotar los recursos internos.
La impugnación opositora de los resultados de las elecciones, convocadas tras la muerte del presidente Hugo Chávez, abrió una crisis política en un país muy polarizado.
Según el gobierno, las protestas convocadas por la oposición luego de los comicios dejaron además una decena de muertos.
Los resultados de esta auditoría se dan un mes después de que la oposición denunciara a través de un audio declaraciones en las que un presunto líder de opinión del chavismo que conducía un programa en el canal estatal cuestionara la confiabilidad del CNE.