MADRID. Un jurado declaró culpable a un ex trabajador de un asilo español de matar a 11 ancianos durante un período de un año, obligándolos a beber líquidos tóxicos como cloro.
Joan Vila confesó durante su juicio, pero afirmó que mató a sus víctimas para ahorrarles dolor y sufrimientos.
Tras su condena el martes, los fiscales que presentaron pruebas de que Vila no mató por piedad dijeron que buscarían que se le imponga una sentencia de 194 años. Los abogados defensores de Villa dicen que es un enfermo mental y solicitaron al juez que lo sentencie a 20 años de libertad condicional.
Los asesinatos ocurrieron entre 2009 y 2010 en un asilo en Olot, una ciudad al noreste de España cerca de la frontera con Francia.
AP