El accidente se produjo en la línea ferroviario Sarmiento a pocas cuadras de la estación de la localidad de Castelar, a unos 32 kilómetros al oeste de la capital, cuando una formación que estaba detenida fue embestida desde atrás por otra de dos pisos. Ambas transportaban pasajeros.
BUENOS AIRES. Un choque de trenes en las afueras de Buenos Aires dejó el jueves al menos tres muertos y más de 300 heridos en la misma línea ferroviaria que en 2012 fue protagonista de otro accidente que causó 51 muertes y que llevó al gobierno a prometer reformas en el sector, que según sus críticos no ha cumplido.
El accidente se produjo en la línea de ferrocarril Sarmiento a pocas cuadras de la estación de la localidad de Castelar, a unos 32 kilómetros al oeste de esta capital, cuando una formación que estaba detenida fue embestida desde atrás por otra de dos pisos. Ambas transportaban pasajeros.
Del total de heridos, 32 permanecen internados, de los cuales cinco está en terapia intensiva, confirmó a periodistas informó el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Sergio Alejandre.
«No puedo dejar de mencionar mi solidaridad, acompañamiento y mi dolor para las tres familias de lo que pasó hoy a la mañana. No quiero ponerle un mote porque quiero esperar a que la justicia lo determine», dijo la presidenta Cristina Fernández en un acto en la Casa de Gobierno horas después de la tragedia.
En febrero de 2012 un accidente ferroviario ocurrido en la misma línea Sarmiento causó 51 muertos y más de 700 heridos cuando una formación que ingresaba a la estación de Once de Buenos Aires chocó frontalmente con el parachoques.
La Unidad de Gestión Operativa que administra las líneas Mitre y Sarmiento (UGOMS), explicó que en el accidente del jueves «a las 7:07 la formación 3725 chapa 19 se encontraba detenida entre las estaciones de Morón y Castelar sentido ascendente cuando, por motivos que aún se desconocen, la formación 3727 chapa 1 embistió de atrás a la formación que se encontraba detenida». Los dos trenes realizaban el recorrido que une Buenos Aires con la localidad de Moreno, 36 kilómetros al oeste, y al parecer el que estaba detenido estaba esperando entrar en la estación.
La UGOMS asegura que el sistema de señales funcionaba al momento del choque y que la formación que chocó con la otra «tuvo una intervención profunda recientemente «. Además indicó que el tren que colisionó se saltó tres señales de peligro. «De acuerdo al reglamento operativo, ante una señal de peligro el conductor debe detener completamente la formación, situación que no ocurrió», agregó.
En una conferencia de prensa posterior, el ministro del Interior Florencio Randazzo, a cargo del sistema de transporte público, informó que el tren tomó una «velocidad ascendente» en su recorrido previo al choque, el cual se produjo a 62 kilómetros por hora. Las razones de esta situación son motivo de investigación.
Randazzo agregó que los exámenes de alcoholemia realizados al conductor y su acompañante antes de iniciar el turno dieron negativo y también descartó un problema en el sistema de frenos de la máquina. Al respecto dijo que el tren ingresó a los talleres para su «total reparación» en el primer trimestre de 2012.
Pero Rubén Sobrero, delegado sindical de la línea Sarmiento, dijo a la prensa que la formación que embistió a la otra tenía «problemas de frenos» y que era una situación que desde el sector gremial se venía «denunciando». Esa formación «estuvo seis meses parada y la sacaron el lunes. Nosotros nos habíamos negado que salga para el servicio, ya que tuvo problemas con los frenos», afirmó Sobrero.
Los maquinistas y acompañantes de ambos trenes están detenidos e incomunicados a la espera de ser indagados por el delito de estrago doloso seguido de muerte por parte del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, informó la agencia oficial de noticias Télam. El servicio en la línea Sarmiento ha sido interrumpido por 24 horas.
«Hoy es un acto muy
temerario viajar en tren»
Leandro Despouy, titular de la Auditoría general de la Nación, señaló a radio La Red que «ya veníamos adelantando que esta tragedia se podía volver a producir». «Hoy es un acto temerario viajar en tren», agregó.
La llamada popularmente «tragedia de Once» derivó en una causa judicial en la que hay varios funcionarios y empresarios procesados, entre ellos los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, que están a la espera de ser juzgados. Además develó el decadente estado del sistema ferroviario argentino, beneficiado con millonarios subsidios estatales que habrían sido mal gestionados.
La diputada izquierdista Victoria Donda afirmó que «resulta bochornoso a esta altura que la empresa encargada de las reparaciones de los trenes (en la línea Sarmiento) sea propiedad de los (hermanos Mario y Sergio Claudio) Cirigliano», en referencia a los empresarios que son los antiguos concesionarios de esa línea y que están procesados en la causa judicial del accidente de Once.