El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mantendrá este lunes una audiencia privada con el papa Francisco, en una cita precedida por los cuestionamientos de la oposición a su legitimidad tras el ajustado resultado de las pasadas elecciones presidenciales del 14 de abril.
La reunión de Maduro con el papa abrirá una semana marcada por la presencia de Venezuela en la Santa Sede, ya que tres diputados opositores serán recibidos el martes por el secretario de las Relaciones del Vaticano con los Estados, Dominique Mamberti, y asistirán además a la audiencia general de los miércoles.
Maduro anticipó el sábado por la noche, pocas horas antes de emprender su primer viaje a Europa como presidente de Venezuela, que irá a Roma a «saludar al papa Francisco, a una reunión muy interesante» y dijo que le llevará como regalo retratos del Libertador Simón Bolívar y del fallecido presidente Hugo Chávez.
En la antesala de su viaje, el mandatario se reunió en Caracas con las máximas autoridades de la Iglesia católica en el país, a quienes, dijo, les planteó «todas nuestras verdades de manera respetuosa».
La Iglesia, con quien Chávez supo mantener una relación con numerosos altibajos, dijo que confía en que la entrevista que Maduro mantendrá con el papa sea de «gran provecho» para la reconciliación y la paz en Venezuela.
«Esperamos que (…) esta audiencia del presidente con el santo padre pueda ser de gran provecho para el país, para la reconciliación, para la paz y para el progreso material y espiritual de Venezuela», indicó el nuncio apostólico en Caracas, Pietro Parolin, tras reunirse con Maduro el viernes.
El papa señaló el 21 de abril que acompañaba a Venezuela «con profunda preocupación, con la oración intensa y con la esperanza de que va a buscar y encontrar formas justas y pacíficas para superar las serias dificultades» que el país atravesaba tras las elecciones del 14, que dieron la victoria a Maduro y no reconoce la oposición.
El líder opositor Henrique Capriles aprovechó la próxima cita de Maduro con el papa para enviarle una carta al Sumo Pontífice, en la que advierte sobre la «crisis política» que vive Venezuela y le pide su ayuda para entablar un «diálogo basado en la verdad».
«Le solicitamos respetuosamente nos ayude con su enorme e indiscutida autoridad moral para lograr ese diálogo basado en la verdad, el reconocimiento mutuo y la búsqueda del bien común», sostiene Capriles en la carta.
La oposición llevará también su voz a El Vaticano con la presencia de los diputados Edgar Zambrano, Oscar Rondero y Rodolfo Rodríguez, quienes apuntan a conversar con el papa sobre su pedido de amnistía a los presos que consideran políticos y a los exiliados del país.
Zambrano dijo a Efe que están solicitando «medidas humanitarias» para 235 personas, 25 de ellos considerados por la oposición presos por motivos políticos, que están siendo sometidos a juicio por el intento del golpe y el paro petrolero del 2002, y otros acontecimientos posteriores.
Venezuela aún atraviesa una etapa de fuerte polarización política luego de las elecciones del 14 de abril, ganadas con un estrecho margen por Maduro en un resultado que la oposición ha impugnado ante la justicia por considerar que hubo numerosas irregularidades en el proceso.
Capriles ha dicho que le «robaron» las elecciones, que Maduro es un presidente «ilegítimo» y ha instado al Tribunal Supremo de Justicia a pronunciarse sobre el pedido de impugnación de los comicios, hecho que aún no ocurre.
Maduro ha defendido como «justa» su victoria por apenas 1,49 puntos porcentuales sobre Capriles y ha responsabilizado al líder opositor por la violencia que se desató en los días posteriores a las elecciones, que según el Gobierno dejó al menos 10 muertos y decenas de heridos.
La visita de Maduro a Italia incluye también un encuentro con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y con dirigentes de movimientos sociales, políticos y grupos de jóvenes.
Vía Globovisión