La Casa Blanca aseguró que el anuncio de este jueves de que Estados Unidos proporcionará ayuda militar a los rebeldes sirios no significa que el país vaya a «precipitarse» a entrar en guerra en Siria, como muchos estadounidenses consideran que ocurrió en el caso de Irak en 2003.
«Ya nos precipitamos a entrar en guerra en esta región en el pasado, no vamos a hacerlo esta vez», garantizó el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, en declaraciones a la cadena de televisión CBS.
«Tenemos que ser muy perspicaces respecto a qué está en nuestro interés, qué resultado es mejor para nosotros, y los precios que estamos dispuestos a pagar para llegar a ese punto», agregó el asesor jefe del presidente estadounidense, Barack Obama.
Estados Unidos ha hecho «grandes esfuerzos» para «entender quién conforma la oposición» armada al régimen de Bachar Al Asad, aseguró McDonough.
El pasado jueves la Casa Blanca anunció que ha certificado que el régimen de Al Asad ha empleado en varias ocasiones armas químicas en la batalla, por lo que Obama ha tomado la decisión de proporcionar por primera vez ayuda militar a los rebeldes, sin especificar los detalles.
Varios legisladores republicanos criticaron hoy al Gobierno de Obama por considerar que ha esperado demasiado para actuar militarmente y ahora «la región entera está a punto de estallar», en palabras del senador republicano Lindsey Graham, que intervino en el programa matutino de la cadena NBC.
El senador republicano Marco Rubio fue más allá al señalar que Obama «ha fracasado» en su respuesta a Siria y que, si él fuera presidente, Estados Unidos «nunca habría llegado a este punto».
Las opciones militares que está sopesando ahora la Casa Blanca «estaban ahí para nosotros hace un año y medio, antes de que las cosas se volvieran tan caóticas», dijo Rubio a la cadena ABC.
«El hecho de que esta Casa Blanca y a este presidente hayan tardado tanto en llegar a una política clara y concisa respecto a Siria nos ha dejado con el peor escenario posible ahora», añadió.
Agencias