Residentes de esta comunicad de Guarenas, manifestaron que los informes que supuestamente han sido levantados por parte de personal del Inavi parecen haber quedado engavetados
La desidia y el abandono imperan en cada espacio del bloque 21 de la urbanización «Manuel Martínez Manuel», mejor conocida como Trapichito de Guarenas, estado Miranda, mientras que sus habitantes observan atónitos cómo pasa el tiempo sin que las autoridades asuman responsabilidades en el caso.
Y es que la infraestructura, construida por el Instituto Nacional de la Vivienda (Inavi) hace más de 40 años, muestra su peor cara en los actuales momentos a pesar de las muchas denuncias que han venido realizando los afectados, quienes atados a la esperanza de mejorar su calidad de vida, informaron al equipo de La Voz acerca de algunos de los problemas que los afectan.
Preocupación
generalizada
Ricardo Materán, vecino y administrador del edificio que cuenta con 72 apartamentos distribuidos entre 9 pisos, fue quien asumió el papel de vocero, al tiempo en que aseguraba que no se le ha hecho un mantenimiento profundo al mismo, por lo que ahora el panorama es crítico: filtraciones, fisuras, caminerías en pésimas condiciones y rejas completamente oxidadas que hacen que ningún lugar en el bloque sea seguro para nadie, menos para los niños.
«Las tuberías de aguas servidas se encuentran obstruidas y se filtran, al punto de inclusive salir por los apartamentos de la planta baja. A nivel de infraestructura podemos decir que el edificio aparte de estar viejo se encuentra carente de los cuidados pertinentes, por lo que en cualquier momento esto va a colapsar, lo que sin duda representa un peligro para las familias en general, pero sobre todo para la población infantil que ya es decir bastante», agregó Materán.
Al ser consultado sobre las medidas tomadas por los entes competentes, el entrevistado dijo que han recibido de un año para acá dos visitas de parte de funcionarios del Inavi, la última realizada hace dos meses. Sin embargo, las conclusiones no son determinantes.
«Hacen la inspección y sólo nos dicen que van a levantar un informe para que llegue a manos superiores, pero los hechos muestran que no pasa nada, que los informes quedan en el olvido y mientras los problemas se agudizan», apuntó.
El aspecto que presenta la pantalla atirantada construida hace 4 décadas, se une a la «pesada cruz» que cargan los afectados. Las muchas fracturas que se pueden observar a simple vista por los efectos de la lluvia y la erosión ponen en alto riesgo una pasarela construida sobre el lugar, la cual conecta a los vecinos desde el piso 4 hacia la zona del estacionamiento. Todo ello da cuenta del peligro inminente que hay en la comunidad.
«Pedimos a las autoridades que se aboquen a la resolución de estas irregularidades, pero con la mayor celeridad posible, puesto que el tiempo sigue pasando y esto se saldrá de control», refirió.
0 alumbrado público
Otra de las preocupaciones comunes en el bloque 21 de Trapichito, es la ausencia de alumbrado público, lo que deja la zona completamente a oscuras en horas de la noche, cuando la gente regresa de sus lugares de empleo o de estudio y están bajo el riesgo de ser víctimas del hampa común que se aprovecha de las circunstancias.
Eustaquio Merchán recalcó que los postes principales tienen mucho tiempo sin funcionar. El área de la plaza, así como la que da hacia el estacionamiento son una verdadera «boca de lobo».
Igualmente, Merchán habló acerca de la irregular recolección de los desechos sólidos que ya son un denominador común a nivel de toda la ciudad.
Yohadi Arteaga
yoha-hotmail.com