«Si los europeos envían armas, el patio de atrás de Europa se volverá terrorista y Europa pagará el precio de eso» dijo en una entrevista publicada en la página web del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el lunes
BERLÍN. El presidente sirio, Bashar el Asad, advirtió a Europa que «pagará el precio» si sigue a Washington y envía armas a las fuerzas rebeldes en Siria y añadió que una medida de ese tipo expandiría el terrorismo en el continente europeo, según declaraciones a un periódico alemán.
«Si los europeos envían armas, el patio de atrás de Europa se volverá terrorista y Europa pagará el precio de eso» dijo en una entrevista publicada en la página web del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el lunes.
En sus primeros comentarios desde que Estados Unidos anunció el jueves que brindaría asistencia militar a los rebeldes que luchan por derrocarlo, Asad advirtió que el envío de armas generaría la exportación del «terrorismo» a Europa.
«Los terroristas ganarán experiencia en combate y regresarán con ideologías extremistas».
«Para Europa no hay otra alternativa que cooperar con el Estado sirio, aunque a Europa no le guste», dijo.
Consultado sobre las acusaciones de los gobiernos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos de que Siria ha empleado armas químicas, el diario citó a Asad diciendo: «Si París, Londres y Washington tuvieran siquiera una prueba de sus denuncias, la habría mostrado al mundo».
La semana pasada, Estados Unidos dijo que entre 100 y 150 personas habían muerto por ataques con armas químicas detectadas en Siria, pero Asad dijo que sería ilógico usar armas químicas para matar a esa cantidad de personas cuando ese objetivo podría lograrse empleando munición convencional.
Asad expresó además: «No hemos dicho que tenemos armas químicas, ni que no las tenemos».
Cuando se le preguntó por qué se negaba a permitir el acceso de inspectores de Naciones Unidas al país, Asad señaló que habilitarlos implicaría develar secretos de seguridad de Siria que no tienen nada que ver con su arsenal.
«Somos un Estado, tenemos nuestro Ejército y nuestros secretos. No permitiremos a nadie entrometerse en ellos; ni a la ONU, ni a Francia, ni a Reino Unido, ni a otros», enfatizó.
Asad manifestó que el Gobierno sirio había estado abierto al diálogo desde el primer día y que no había cambiado su posición sobre eso, pero que Turquía, Qatar, Arabia Saudí, Francia y Reino Unido se oponían a las conversaciones.
No obstante, añadió que Siria estaba preparada para negociar con Estados Unidos, Francia y Reino Unido, así como también con sus «marionetas Turquía, Qatar y Arabia Saudí».
Asad indicó que no tenía intención de dimitir: «Por supuesto, no puedes desertar de tu país durante una crisis (…) Eso sería alta traición». Y añadió que sería una situación diferente si el pueblo decidiera que debe dejar el cargo.
«El presidente no es el problema. Otros países quieren que el presidente renuncie para dar paso a un mercenario elegido por esos países», concluyó.
Agencias