Yare, (Especial). En las cárceles Yare 1 y Yare 2 la población penal vive entre una gran tensión desde hace una semana, relata la señora Esther, familiar de uno de los reclusos.
Todo comenzó el martes 11 de junio cuando el «pran» del penal iba a salir en libertad y «echó unos tiros al aire» para «celebrar», cuenta. Inmediatamente los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) respondieron con varias ráfagas.
Producto de este incidente, apunta la denunciante, se produjo el deceso de dos reos -uno de ellos de un tiro en la cabeza-, cuyos cuerpos fueron sacados del internado el pasado domingo. Además, en el interior de las instalaciones hay varios heridos que no han recibido ningún tipo de atención. No han ido a la enfermería porque temen represalias, señala.
Desde ese día, a los privados de libertad les quitaron la luz y el agua, cuenta, y el pasado sábado que era día de visita, los familiares acudieron pero no dejaron ingresar a nadie y no permitieron pasar alimentos.
Un grupo de familiares se quedó esa noche frente a la cárcel, pero como la Guardia quería sacarlos y el domingo en la noche tenían que venirse porque el lunes la gente tiene que atender sus trabajos, solo se quedó un grupo de esposas y madres de los presos en las casas de unos vecinos de la penitenciaría y aún se mantienen allí.
Los allegados cuentan que los presos están muy nerviosos porque se comenta que el Gobierno va a efectuar traslados, lo que significa que la Guardia Nacional va a entrar a los pabellones. «Me procupa que la situación se agrave aún más», dijo.
El ministerio de Asuntos Penitenciarios ni ninguna autoridad se ha pronunciado sobre la situación irregular que se vive en Yare 1 y 2.
De otro lado, se había dicho que instalarían unas mesas de diálogo, pero hasta los momentos eso no ha ocurrido.