Miles de personas marcharon este sábado por el centro de Moscú en la primera protesta masiva en tres meses contra el presidente Vladimir Putin, un indicio de que la oposición se mantiene firme pese a los esfuerzos del Kremlin por sofocar toda disidencia.
La protesta mostró la resistencia del movimiento disidente, el cual movilizó a más de 100.000 personas hace algunos meses en una serie de grandes protestas contra la elección de Putin para un tercer período presidencial. Las esperanzas de un cambio que alentaban muchos manifestantes se han extinguido, pero los partidarios de la oposición parecen dispuestos a seguir la lucha.
«Debemos defender nuestros derechos, de los que fuimos despojados, el derecho a tener elecciones. Estamos privados de elecciones honestas y de un gobierno honesto», afirmó el activista de oposición Alexander Shcherbakov. «Vengo a demostrar que la gente se opone a eso. Me opongo a un gobierno ilegítimo y a elecciones ilegítimas».
Izquierdistas, liberales y nacionalistas, junto con estudiantes, activistas, homosexuales y otros se congregaron en sábado para entonar lemas como «¡Rusia sin Putin!» y «¡Aquí somos el poder!» La protesta transcurrió pacíficamente mientras unos 7.000 policías montaban guardia a lo largo de la ruta de la marcha y un helicóptero de la policía sobrevolaba. AP