«La reestructuración democrática del Estado comprende la redefinición de los poderes públicos y de sus facultades, así como del equilibrio entre ellos, eliminando el carácter presidencialista del Estado», dijeron negociadores de la guerrilla marxista en un comunicado antes de una nueva sesión de diálogo en La Habana, Cuba
LA HABANA. La guerrilla colombiana de las FARC presentó el miércoles 10 propuestas que permitirían su participación en política, las que incluyen la elección popular de los jefes de los organismos de control en Colombia, como el Fiscal General y el Procurador.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de Juan Manuel Santos están negociando desde noviembre en Cuba un acuerdo que permita acabar con casi medio siglo de conflicto armado.
«La reestructuración democrática del Estado comprende la redefinición de los poderes públicos y de sus facultades, así como del equilibrio entre ellos, eliminando el carácter presidencialista del Estado», dijeron las FARC en un comunicado antes de una nueva sesión de diálogo en La Habana.
En mayo las partes alcanzaron un acuerdo sobre el tema agrario, el primero de una agenda de cinco puntos que incluye el narcotráfico, el fin del conflicto, la compensación de las víctimas de la violencia y la negociación sobre participación política que comenzó este mes.
El grupo rebelde propuso la elección popular del procurador, contralor, fiscal general y defensor del pueblo, los que hoy elige el Congreso de una terna de nombres que recibe del presidente del país.
La insurgencia insistió además en convocar a una Asamblea Nacional Constituyente y solicitó «garantías plenas a las organizaciones guerrilleras en rebelión y a sus combatientes para el ejercicio de la política en el evento de un Acuerdo final (de paz)».
Bajo el principio de «nada está acordado hasta que todo esté acordado», las FARC y el Gobierno de Santos negocian para poner fin al violento conflicto armado que ha dejado unos 100.000 muertos y millones de desplazados en cinco décadas.
El diálogo en La Habana tiene lugar en medio de la confrontación, ante la negativa del Gobierno colombiano a firmar un cese al fuego bilateral como ha pedido la guerrilla, que cuenta con unos 8.000 miembros y es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
A pesar de los obstáculos y acusaciones mutuas, ambas partes han mantenido un moderado optimismo y sostienen que el balance de las conversaciones es «positivo».
Agencias