Desde hace seis años, ninguna de las tres contratistas enviadas por Fede han completado los trabajos de remodelación de la planta física donde estudian unos 800 alumnos
En deplorables condiciones estudian 800 alumnos del liceo Manuel de Aleson, ubicado en el sector Tucuyito de Ocumare del Tuy. La infraestructura, que depende del Ministerio de Educación, se está cayendo a pedazos. El sistema eléctrico está fuera de servicio, las tuberías de aguas servidas se encuentran obstruidas, mientras que los salones se filtran. «La tragedia del plantel data de unos seis años cuando una empresa contratista, enviada por Fede, comenzó a remodelar el liceo, pero fue peor el remedio que la enfermedad», según dijo el subdirector académico, profesor Ángel Espinoza. Señaló que la constructora derribó la estructura superior del plantel donde se realizaban actos de graduación, así como actividades deportivas y culturales. «Esto fue una medida arbitraria de la empresa que no consultó al directivo sino que tumbó el espacio, alegando que era mucho peso para las paredes del liceo, lo cual no consideramos cierto porque esa área tenía años funcionando», indicó el docente.
De mala calidad
Otra queja expuesta por Espinoza fue la sustitución de las cerámicas en las paredes de los baños. «La porcelana que colocaron es de segunda, mientras que las piezas son de mala calidad», denunció el educador, añadiendo que varias pocetas y lavamanos no fueron instalados.
También responsabilizó a la contratista del deterioro del sistema eléctrico. «El cableado quedó mal puesto y ha sido reparado por uno de los profesores que se ha dedicado a hacer ese trabajo», manifestó.
Refirió que las aulas se están filtrando. En muchas faltan pizarrones y están oscuras. «En este lapso tres contratistas nos han visitado, pero ninguna ha resuelto el problema. El liceo parece una cárcel, en vez de un plantel educativo», resaltó. Además el friso de las paredes se está desmoronando. La pared perimetral tiene varios huecos. Un pedazo se desplomó y permite el libre paso al colegio. Entre tanto, la bomba que distribuye el agua potable en el liceo está fuera de servicio. «El sistema eléctrico de este equipo fue dañado por el personal de la contratista y ahora los obreros deben extender una manguera por todo el plantel para llevar el agua hasta los baños y bajar las pocetas con tobos», señaló.
Los docentes han ido a la alcaldía de Lander, Fede y Vicepresidencia de la República pero no han recibido respuestas.
Las canchas deportivas han sido reparadas por los profesores de Educación Física y los alumnos, quienes además han realizado algunos murales «para tratar de mejorar el rostro del liceo».
A bajarse de la mula
Para comprar el toner, material de oficina y de limpieza los profesores deben «bajarse de la mula», ya que el Municipio Escolar no envía suficiente dotación. Sólo mandan cada cierto tiempo una garrafa de un litro de cloro y una de desinfectante. La institución no cuenta con un espacio apto para la distribución de los alimentos del programa PAE que se reparte en el salón donde se guarda el material de limpieza y donde además funciona el multígrafo. Esto pone en riesgo la salud de los bachilleres.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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