Torrentes de tweets, comentarios en Facebook, millares de fotos publicadas en Instagram. Jóvenes marchando con una bandera en la mano y un celular en la otra para no perder registro: las redes sociales son las otras calles y plazas de las protestas en Brasil.
Son el gran canal de comunicación que se mantiene con fuerza tras casi dos semanas de protestas que dejaron al mundo con la boca abierta, acostumbrado a la idea de que las calles del país sólo se agitan en Carnaval.
La frase «el gigante despertó» se convirtió en el lema y el mensaje se regó como pólvora gracias a la internet.
«Cuando el pueblo despierta, el gobierno no duerme», tuiteó un joven. «Se demoró en despertar y ahora se va a demorar en volver a dormir», alertó otro.
«Basta de corrupción» es otro de los emblemas favoritos en un país donde recientemente se realizó un histórico juicio por corrupción contra altas figuras del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) que lleva diez años en el poder, desde la ascensión de Luiz Inacio Lula da Silva en 2003.
Una internauta celebraba en Twitter la manifestación que el jueves llevó a las calles brasileñas a más de 1,2 millones de personas a protestar contra un amplio abanico de temas como los millonarios gastos en la Copa del Mundo que Brasil acogerá el 2014, la mala calidad de los servicios públicos y los políticos.
«¡Qué orgullo, ayer fue lindo!», comentó acompañando su mensaje con las etiquetas #ogiganteacordou (el gigante despertó) y #vemprarua (ven a la calle), otro eslogan de estas movilizaciones, las mayores de las últimas dos décadas en Brasil.
También llovían comentarios sobre el discurso del viernes de la presidenta Dilma Rousseff en que se comprometió a atender las demandas.
«Espero que cumpla todo lo que dijo. Quiero plazos», exigió una usuaria de Twitter.
La ola de protestas, que nació contra el reajuste en el precio del transporte público, derivó en un reclamo generalizado contra «todo lo que está mal en este país», como dijo a la AFP un joven durante una marcha en Sao Paulo.
Alguien te vigila
Pero las redes sociales también alimentan de información a los servicios de inteligencia.
«Lo que recogemos de internet es información abierta, como las fechas de las protestas», declaró a la AFP Gustavo Weber, encargado de prensa de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Abin.
Esta semana, el diario O Estado de Sao Paulo publicó que los servicios brasileños monitoreaban las protestas no sólo a través de las redes sociales, sino también por servicios de mensajería como la aplicación Whatsapp para teléfonos inteligentes.
El responsable de la Abin lo negó: «Eso es equivocado. No estamos haciendo ningún tipo de espionaje, ni quebrando cuentas de usuarios ni obteniendo contraseñas. Las redes sociales son los sitios donde más se difunde esa información. Con decenas de ciudades movilizadas, sería una irresponsabilidad por parte de la Abin no seguir lo que está ocurriendo».
Los debates son feroces en la red y abordan, por ejemplo, la violencia en algunas manifestaciones. Las autoridades han destacado el carácter pacífico de las protestas y han repudiado los actos de «vandalismo» en algunas ciudades donde ha habido destrozos, saqueos, vehículos quemados y cientos de heridos.
«Ya han habido dos muertos, vamos a protestar en paz, chicos», pide una usuaria de internet tras conocer las dos muertes accidentales ocurridas el jueves durante las protestas.
La lucha sigue
Las movilizaciones se iniciaron en Sao Paulo convocadas por el Movimiento Pase Libre (MPL), que se comunica a través de su sitio de internet (https://www.facebook.com/passelivresp).
Este movimiento confirmó que continuará convocando protestas, incluso después de que las autoridades revocaran el aumento del pasaje del transporte público. El viernes algunos voceros habían indicado que suspenderían las convocatorias en rechazo a la violencia y a la oposición de algunos manifestantes a marchar junto a miembros de partidos políticos.
Un bandera del PT fue quemada el jueves en la marcha en la Avenida Paulista.
Y ante la eventual salida del MPL, Twitter estalló.
«El MPL de Sao Paulo se vendió al sistema. Vergüenza», escribió un usuario.
«Si el MPL se va por 20 centavos de real es la prostituta más barata del mundo», dijo otro, refiriéndose al revocado aumento de 20 centavos en el boleto del transporte que desató las manifestaciones.
Al menos en la internet, los brasileños parecen seguir dispuestos a manifestarse.
«La lucha sigue. ¡Para Brasil cambiar, la lucha no puede parar!», escribió otro.
AFP