A través de un comunicado de prensa de la Cancillería, el Gobierno de Venezuela rechazó «de la manera más contundente», las acusaciones de Estados Unidos contenidas en el «Informe sobre los países de mayor tránsito o producción de drogas en el mundo», publicado el 14 de septiembre de 2012.
«Con la publicación de un nuevo ‘Informe’ plagado de afirmaciones falsas, preconceptos políticos y amenazas veladas, el Gobierno de los Estados Unidos ratifica su línea permanente de agresión a los gobiernos independientes y soberanos como el venezolano, con la intención de imponer, mediante la intimidación, su política internacional de atropello y dominación», señaló el comunicado.
Añade que «el Gobierno de los Estados Unidos no tiene autoridad moral para juzgar las políticas de otros países en materia de lucha contra el narcotráfico, pues mantiene una actitud favorable al consumo de estupefacientes en su territorio, convirtiéndolo en el mayor mercado de drogas del planeta».
Según la Cancillería venezolana, «al tolerar la corrupción que hace de sus fronteras un lugar de tránsito fluido para estas sustancias ilícitas, y permitir el lavado de capitales procedentes del narcotráfico a través de su sistema financiero, el Gobierno de los Estados Unidos se convierte en el principal responsable de esta plaga que azota al mundo entero».
Asegura que Venezuela «desarrolla una política soberana y efectiva de lucha contra el narcotráfico, cuyos frutos empezó a cosechar tras poner fin a las operaciones oscuras de la corrupta e ineficiente agencia estadounidense DEA en territorio venezolano» y que «deplora que el Gobierno de los Estados Unidos insista en minar el terreno de las relaciones bilaterales con la publicación de este tipo de documentos, alejándose del marco de respeto a la soberanía y dignidad del pueblo venezolano que constituye la condición innegociable para un intercambio cordial de mutuo beneficio».