Frustrando los intentos de Estados Unidos por extraditar a Edward Snowden y ponerlo bajo juicio por la liberación no autorizada de archivos secretos de vigilancia, el grupo activista también envió uno de sus equipos legales a reunirse con él en su vuelo a Moscú
LONDRES. La decisión de WikiLeaks de ayudar al ex contratista de inteligencia Edward Snowden a escapar de los pedidos de extradición de Washington ha consolidado la reputación del grupo, que lucha contra el secretismo en las relaciones internacionales, de ser una espina en el costado para los gobiernos de Estados Unidos Y Reino Unido.
Con comentarios que probablemente enfurecerán a Washington, WikiLeaks dijo que estaba ayudando a Snowden a llegar a Ecuador y que le había ofrecido el apoyo de su director legal Baltasar Garzon, un ex juez español conocido alrededor del mundo por ordenar el arresto del ex dictador chileno Augusto Pinochet.
Ecuador, que actualmente alberga al fundador de WikiLeaks Julian Assange en su embajada en Londres, confirmó que Snowden pidió asilo político aunque el ministro de Relaciones Exteriores Ricardo Patiño no especificó si el requerimiento había sido aceptado.
«El equipo legal de WikiLeaks y yo estamos interesados en preservar los derechos del señor Snowden y protegerlo como persona», dijo Garzon en un comunicado. «Lo que se le está haciendo al señor Snowden y al señor Julian Assange -por revelar o facilitar el conocimiento de información de interés público- es una agresión contra el pueblo».
Frustrando los intentos de Estados Unidos por extraditar a Snowden y ponerlo bajo juicio por la liberación no autorizada de archivos secretos de vigilancia, WikiLeaks también envió uno de sus equipos legales a reunirse con él en su vuelo desde Hong Kong a Moscú.
WikiLeaks dijo que la investigadora legal británica Sarah Harrison, una de las más cercanas asesoras de Assange, había «asistido vigorosamente al señor Snowden con su partida desde Hong Kong y (…) su tránsito a la seguridad».
El grupo activista no entregó detalles sobre la manera en que había ayudado a planear la salida de uno de los hombres más buscados por Estados Unidos.
El consejo vino de Garzón, un activista en pro de los derechos humanos de alto perfil que investigó casos de corrupción en España y abrió una pesquisa por supuestos crímenes bajo la dictadura del general Francisco Franco, quien murió en 1975.
Desde que dejó su lugar en el poder judicial en España el año pasado -cuando la corte suprema lo encontró culpable de escuchas ilegales en un caso de corrupción política- el juez ha pasado la mayor parte de su tiempo fuera del país, asesorando asuntos de legalidad internacional.
Garzon, quien ayudó a negociar el asilo de Assange en la embajada de Ecuador en Londres, fue el artífice de la partida de Snowden a Ecuador, dijo a Reuters una fuente cercana al equipo legal de WikiLeaks.
Otra prominente figura legal que ha asesorado a Assange, el abogado de Londres Geoffrey Robertson, no estuvo directamente involucrado en el caso de Snowden, añadió la fuente.
Assange ha estado en la embajada de Ecuador en Londres desde junio pasado para evitar un pedido de extradición a Suecia. Ese país busca interrogarlo sobre acusaciones de agresión sexual y violación que él ha negado.
Agencias