El acusado, de 63 años, cuyo nombre verdadero es Ilich Ramírez Sánchez, apeló el fallo de diciembre de 2011 en que una corte lo acusó de ser el ideólogo de cuatro ataques separados en dos trenes, una estación ferroviaria y una calle de París que causaron 11 muertos y 150 heridos
PARIS. Carlos el Chacal, que en el pasado fue uno de los criminales más buscados del mundo, perdió su apelación a un veredicto de culpabilidad por los atentados con bombas que causaron 11 muertos en Francia tres décadas atrás, cuando una corte de París ratificó el miércoles la sentencia de cadena perpetua.
El acusado, de 63 años, cuyo nombre verdadero es Ilich Ramírez Sánchez, apeló el fallo de diciembre de 2011 en que una corte lo acusó de ser el ideólogo de cuatro ataques separados en dos trenes, una estación ferroviaria y una calle de París que causaron 11 muertos y 150 heridos.
La corte de apelaciones dictaminó que Ramírez, de origen venezolano, cumplirá un mínimo de 18 años de la cadena perpetua.
Antes del veredicto, el militante marxista que se convirtió en un símbolo del antiimperialismo de la Guerra Fría pronunció un inconexo monólogo de cuatro horas refiriéndose desde la política extranjera de Estados Unidos hasta el separatismo vasco y Hezbollah.
«He luchado toda mi vida contra los terroristas», dijo Ramírez. «¡No somos terroristas, somos luchadores de la libertad!», agregó.
Ramírez -que cumple cadena perpetua desde 1997 por el asesinato de dos policías franceses y un informante en 1975- cobró notoriedad ese año por una toma de rehenes de ministros de Petróleo de la OPEP en Viena en nombre de la lucha palestina.
Luego se convirtió en asesino a sueldo internacional con protección del bloque soviético.
Pero la mística revolucionaria que otrora rodeó a Ramírez – ayudado por una boina al estilo del «Che» Guevara, chaqueta de cuero y anteojos negros- se ha gastado tras casi dos décadas detrás de las rejas en Francia.
Fue capturado en 1994 en Jartum por fuerzas especiales francesas, un arresto que él califica como secuestro ilegal.
Ramírez niega su participación en los cuatro ataques en 1982 y 1983 y afirma que el caso en su contra que demoró 13 años en ser presentado se basa en documentos falsificados por las agencias de servicios secretos de Europa del Este.
Los fiscales dicen que las bombas que arrasaron con dos trenes, la estación de trenes de Marsella y automóviles estacionados en una calle de París fueron la respuesta de Ramírez al arresto de dos miembros de su banda, incluyendo a su amante.
Agencias