El presidente de Bolivia expresó su queja al respecto durante un discurso en la toma de posesión de dos nuevos viceministros de la Cancillería
LA PAZ. El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó su «dolor» porque funcionarios de su Cancillería perforaron tantas veces su pasaporte caducado que lo dejaron como un colador, lo que a su juicio se trata de «una bronca» o una «intimidación». Morales expresó su queja al respecto durante un discurso en la toma de posesión de dos nuevos viceministros de la Cancillería, acto al que asistió para expresar con sinceridad lo que sentía con lo ocurrido con su pasaporte y transmitir sus reflexiones a los funcionarios estatales.
Morales enfadado
El enfado del presidente se debe a que le gusta conservar sus pasaportes caducados como recuerdo de sus viajes. Relató que tras renovar ese documento, el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, le entregó el pasaporte caducado tan perforado que parece un «cernidor», como se denomina en Bolivia al colador. El gobernante dijo haber pedido a Choquehuanca averiguar quién fue el empleado que dejó como colador su documento, pero el ministro «nunca» se lo informó, según agregó.
«Es como si a mi me hubieran hecho un cernidor. Lo tengo guardado (el pasaporte). No quiero mostrar a la prensa. Es un pasaporte cernidor», subrayó al criticar el supuesto «comportamiento señorial» de los empleados de la Cancillería.
Recordó que cuando era sindicalista su documento caducado solo tenía una perforación de las funcionarios como para dejarlo sin validez, pero cuando era diputado se lo devolvían intacto y enfatizó que el colecciona esos documentos sobre sus viajes.
«Ahora que soy presidente, mi pasaporte: cernidor. ¿Qué esta pasando aquí? ¿Es una bronca, un odio, desprecio, una ofensa, un amedrentamiento, una intimidación?, cuestionó Morales ante todos los funcionarios del ministerio de Exteriores reunidos en el acto.
Discriminación
Además relató que Choquehuanca fue víctima de un acto de «discriminación» en 2008 cuando sus empleados renovaron su pasaporte solo por dos meses porque creían que dejaría el cargo junto con Morales tras un referendo sobre su mandato ese año, que finalmente ganó el mandatario. «Si al presidente y al canciller le hacen así, qué harán con el pueblo algunos de ustedes. No son todos, por si acaso», reprochó. Agregó que tras el incidente con su pasaporte, se quedó sorprendido y se aguantó, y prefirió no comentar el asunto con su vicepresidente, aunque sí con sus otros ministros del gabinete. Estas acciones, sostuvo, se parecen a otras del pasado en las que los indígenas y los movimientos sociales no podían ingresar a la plaza donde está el Palacio de Gobierno ni a la oficinas de la Cancillería, dirigida ahora por el aimara Choquehuanca. A juicio del mandatario, en la Cancillería hay «infiltrados» que sabotean su Gobierno, pero que deberían retirarse si no comparten las reformas que encara en Bolivia.
Agencias