El estado de salud del expresidente sudafricano Nelson Mandela «mejoró durante la noche», aunque sigue siendo crítico, anunció este jueves el presidente Jacob Zuma.
«Está mucho mejor hoy que cuando lo vi ayer por la noche. El equipo médico sigue haciendo un trabajo notable», declaró el presidente sudafricano en un comunicado.
Zuma, que visitó este jueves a Mandela por segunda vez en 24 horas, pidió a los sudafricanos que recen por el expresidente, de 94 años de edad.
El equipo médico aseguró que «el estado de Madiba mejoró durante la noche. Sigue en estado crítico pero ahora está estable», indicó la presidencia.
Sin embargo, a media jornada, la familia de Mandela evocó por primera vez públicamente la perspectiva de una muerte «inminente».
«Sólo puedo repetir que Tata (papá) está en un estado crítico, cualquier cosa es inminente», declaró Makaziwe Mandela en una entrevista en la radio pública SAFM.
«Pero también quiero subrayar, una vez más, que sólo Dios sabe cuando llegará su hora (…) Vamos a esperar junto a él, con papá, mientras siga con nosotros», añadió.
Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama, de gira en África, declaró que Nelson Mandela «es un héroe para el mundo» cuyo «legado perdurará en el tiempo».
El presidente Jacob Zuma anuló una visita prevista el jueves a Mozambique para permanecer en Sudáfrica.
Napilisi Mandela, un jefe del clan del ex presidente sudafricano que vino a visitarlo a Pretoria desde Transkei (sur), declaró que Mandela está bajo asistencia respiratoria.
«Sí, está usando máquinas para respirar», dijo a la AFP. «Es triste pero, ¿qué podemos hacer?», dijo resignado.
Por otra parte, la hija mayor de Mandela acusó este jueves a los periodistas que cubren la hospitalización de su padre de comportarse como «buitres», sin ningún respeto por las tradiciones locales.
«Es como si esperaran a que un león devore a un búfalo para poder devorar su esqueleto. Es la impresión que tenemos en la familia», afirmó. «Uno ni siquiera puede entrar y salir del hospital (…) Son un verdadero estorbo», añadió.
El estado de salud de Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz en 1993, empeoró durante el fin de semana. El pasado 8 de junio fue ingresado de urgencia tras una recaída de la infección pulmonar que sufre desde hace dos años y medio, consecuencia de sus años de prisión bajo el apartheid.
Una vida admirable
Numerosos sudafricanos han venido a depositar coronas de flores y pequeños mensajes frente al Hospital Mediclinic Heart, expresando su gratitud al padre de la nación.
«Le deseo una larga vida», declaraba a 900 km de allí Keqane Keledwane, de 93 años, interrogada por la AFP en las calles de Qunu (sur), el pueblo donde creció Nelson Mandela. «Los doctores deben hacer todo lo posible para mantenerlo en vida», exhortó.
Además de las voces anónimas, varios ministros rindieron homenaje a Mandela. «Su presencia física es sólo una parte de él… su presencia espiritual debe prevalecer», declaró el ministro de la presidencia Trevor Manuel.
«En este momento sombrío, debemos pensar y orar por Nelson Mandela, pero también celebrar una vida bien vivida», declaró por su parte el ministro de Deportes Fikile Mbalula.
La ex jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, envió también en un mensaje en Twitter «su amor y oraciones a nuestro gran amigo Madiba, a su familia y a su país en este período difícil».
Asimismo, la Casa Blanca manifestó su estima por el primer presidente negro de Sudáfrica, pero no indicó si el estado crítico de Mandela podría alterar el programa del presidente Barack Obama, que se espera llegue a Sudáfrica el viernes, en el marco de su primera gira africana.
«Nuestros pensamientos y oraciones están con Nelson Mandela, su familia y sus seres queridos, (con) todos los sudafricanos y la gente del mundo entero que han sido inspirados por su extraordinaria vida y su ejemplo», dijo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, durante un discurso en Nueva York con motivo del 50º aniversario de la Organización para la Unidad Africana (OUA), reemplazada por la Unión Africana.
Considerado en la década de 1960 como un terrorista, Nelson Mandela pasó 27 años en prisión, 18 de ellos en la isla-cárcel de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, donde Obama tiene previsto hacer una visita de homenaje.
Liberado en 1990, Mandela fue entre 1994 y 1999 el primer presidente negro de su país, un dirigente de consenso que supo ganarse el corazón de la minoría blanca, cuya opresión había combatido.
En 1993 recibió el Premio Nobel de la Paz con el último presidente del régimen del apartheid, Frederik de Klerk, por su papel en la instauración de una democracia multirracial en Sudáfrica.
Mandela se retiró de la vida política hace casi diez años. Sus compatriotas lo llaman el «padre de la Nación» y en el extranjero es símbolo de paz y perdón.
AFP