Kristin Perry y Sandra Stier se casaron la tarde del viernes en San Francisco después de 14 años de noviazgo, en una emotiva ceremonia poco después de que una corte ordenara el «inmediato» reinicio de las bodas gay en el estado.
«Yo, Sandy, te tomo a ti, Kris, como mi amada esposa, en las buenas y las malas, para honrarte y respetarte toda mi vida», prometió una de las novias al colocarle el anillo a su pareja, tras una victoria judicial que estableció como inconstitucional una prohibición de las bodas gay en el estado.
«Ahora las declaro esposas de por vida», dijo entonces la fiscal general de California, Kamala Harris, en medio de aplausos y gritos de entusiasmo de las cientos de personas que hacían cola en la alcaldía para casarse inmediatamente después de ellas.
«Esperamos mucho por este día. Nos enamoramos hace 14 años (…) y queríamos que nuestro amor fuera dignificado por la institución del matrimonio», dijo Stier a periodistas tras la celebración del primer matrimonio gay después de que éstos fueron brevemente admitidos en 2008.
La fiscal Harris había urgido a la Corte federal de apelaciones de San Francisco el miércoles que levantara «inmediatamente» la suspensión de las bodas gay luego de un fallo a favor de la Corte Suprema.
«No puedo estar más honrada de estar aquí hoy y unirlas a ustedes dos en matrimonio», dijo Harris, una franca simpatizante de la lucha de los homosexuales por sus derechos civiles.
Con sobrios vestidos beige y un ramo de flores blancas, las novias se convirtieron en «mujer y mujer» ante la conmovida fiscal, quien estalló en una risa emocionada cuando olvidó dictar lentamente la promesa, a fin de que Perry fuera capaz de repetirla.
«Hoy comienza el primer día del resto de nuestras vidas», dijo luego Perry a periodistas.
El matrimonio homosexual fue aprobado a mediados de 2008 en este liberal estado occidental de Estados Unidos, cuando se casaron unas 14.000 parejas gays, pero seis meses después los californianos votaron en referéndum por la «Proposición 8» que prohibía tales uniones.
Perry y Stier, junto a Paul Katami y Jeff Zarrillo –quienes se casarán más tarde el viernes en Los Ángeles-, demandaron en 2009 la Proposición 8 y lograron que una corte federal la considerara inconstitucional el año pasado.
A pesar de su victoria, aún no se habían reanudado los matrimonios gay en California debido a que la justicia estaba a la espera de una decisión de la Corte Suprema, que finalmente falló el miércoles pasado a favor de los homosexuales.
Dos días después, este viernes, la Corte federal de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco declaró la moratoria «inmediatamente disuelta», a pesar de que se esperaba que el levantamiento de la suspensión tomara unos 25 días.
Cuando se le preguntó sobre la inusitada rapidez con que la corte de apelaciones reinstaló el matrimonio gay, Harris respondió: «No estoy sorprendida, porque es la cosa correcta».
Pero los defensores de la Proposición 8 prometieron continuar sus esfuerzos en prohibir el matrimonio gay, apoyando sus argumentos en el 52% de californianos que en 2008 votaron contra lo que consideran un atentado a los valores familiares tradicionales.
ProtectMarriage.com, la organización detrás de la Proposición 8, criticó duramente la decisión judicial del viernes.
«Este acto abusivo es el corolario de un patrón crónico de ilegalidad, que se ha extendido a lo largo de todo el caso, en el cual jueces y políticos están totalmente resueltos en irrespetar el voto del pueblo y redefinir el matrimonio a toda costa, incluso a través de la corrupción», indicó la organización en un comunicado.
«El reinicio de los matrimonios del mismo sexo hoy ha sido logrado por medios ilegítimos. Si nuestros opositores se alegran de conseguir sus fines de formas inmorales, deberían avergonzarse», agregó.
El matrimonio homosexual ya es aceptado en otros doce estados del país: Connecticut, Delaware, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, New Hampshire, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington, además de la capital, Washington DC. AFP