Aaron Hicks, Mike Moustakas y Jesús Montero son una muestra de lo que puede suceder cuando una organización apresura el ascenso de un prospecto
Manny Acta
ESPN Insider
Carlos Gómez es un ejemplo de un gran prospecto que necesita más tiempo en las menores.
Quienes han seguido al beisbol en los años más recientes, están al tanto de que se ha puesto un gran énfasis en desarrollar a los peloteros dentro de la organización. Con la mayoría de los equipos amarrando a sus estrellas antes de que estén disponibles en el mercado, no se puede contar con que habrá buenos jugadores en la agencia libre, lo que significa que se debe avanzar el talento propio.
Pero por todo el énfasis puesto en desarrollar jugadores, todavía se ve a muchos que son promovidos a las Mayores muy rápido. Ahora, bien sea por la emoción, impaciencia o por algunas políticas de la gerencia, los mejores prospectos terminan en las Grandes Ligas antes de que estén listos, y tanto el jugador como el club sufren por eso.
Basta echar un vistazo a las Mayores y se podrá ver todo tipo de peloteros que fueron promovidos en exceso y que ahora batallan o están de vuelta en las Menores. Algunos nombres que vienen a la mente son Aaron Hicks, Mike Moustakas y Jesús Montero.
Después se puede ampliar sobre sus carreras. La mala noticia para ellos es que sus carreras se han estancado. La buena noticia es que todavía hay esperanza. Sólo pregúntenle a Carlos Gómez.
Mejor tarde que nunca
Gómez era un joven engreído de 19 años plagado de recursos durante el año 2005 en las granjas de los Mets. Con su talento puro, probablemente tenía la mayor ventaja en la organización, pero solamente bateó .275 en sucursal Clase A baja ese año, con muy poco poder y casi tres veces más de ponches respecto a bases por bolas.
Por alguna razón, los Mets decidieron brincarlo directo a Doble A el siguiente año, y aunque logró jugar bien, todavía se ponchaba demasiado y mostraba signos de inmadurez. Pese a eso, terminó en las Mayores en 2007 aunque todavía tenía muchas deficiencias, y batalló desde el inicio. Al final, consiguió un promedio OPS de .592 con los Mets ese año, antes de terminar en Minnesota como parte del canje por Johan Santana.
Los recursos todavía estaban en Minnesota, pero tras dos años con un OBP menor a .300, los Mellizos se cansaron y lo enviaron a Milwaukee por J.J. Hardy. Francamente, ésa debió ser una bandera roja. Muchas personas en el beisbol consideran a los Mellizos, Bravos, Cardenales y Rays como los ejemplos para el desarrollo de jugadores, y si uno de esos equipos se rinde con un jugador talentoso -y él no gana mucho dinero- es una señal de que no tiene arreglo.
No resultó de esa forma para Gómez. La temporada pasada, comenzó a ser el jugador que los Mets pensaron que sería en 2005, y en esta temporada, es una estrella a los 27 años. Desafortunadamente, le tomó demasiado convertirse en ese jugador, porque nunca recibió el tiempo para desarrollarse de forma apropiada.
Hay quienes son de la creencia que un bateador necesita cerca de 2,000 turnos en las Menores antes de que sea promovido a las Mayores. (Puede ser un poco menos si procedes de la universidad y tienes más edad). Pero incluso, más vale que muestres que ya no tienes nada qué probar en las Menores. Esto no es la escuela; no vas al siguiente nivel simplemente porque tus calificaciones son «suficientemente buenas».
Es algo más que repeticiones
En este caso, Hicks es un ejemplo interesante. Este muchacho fue seleccionado en la primera ronda en 2008 y no fue apresurado para nada durante el inicio de su carrera. De hecho, repitió en Clase A baja en 2010. Tuvo un año prometedor en Doble A en 2012, pero se ponchó 116 veces -demasiado para ese nivel- y su promedio de .286 mostró que todavía había mucho espacio para mejorar.
Pero luego llegó el entrenamiento primaveral y él pegó unos cuantos cuadrangulares -nunca confíen en las estadísticas de primavera- y los Mellizos lo nombraron su jardinero central. Esto sorprendió a muchos, porque los Mellizos raramente promueven peloteros hasta que estén listos, y este movimiento resultó contraproducente.
Hicks bateaba .179 con más de un ponche por partido antes de ir a la lista de lesionados recientemente con una molestia en el tendón de la corva, y aunque los Mellizos están en reconstrucción, este pelotero debe ir de vuelta a las Menores, donde pertenece.
Moustakas es otro ejemplo de alguien que pasó mucho tiempo en las Menores (más de 1,900 turnos), pero cuando estaba destrozando la Triple A en 2011 -el año que fue promovido- solamente le hacía daño a los lanzadores derechos. Bateaba solamente .228 contra zurdos en Omaha, y todo el mundo sabe que los zurdos en las Mayores son ligeramente más difíciles que aquellos en la Liga de la Costa del Pacífico. En algo que no sorprende, étiene un OPS de .603 contra zurdos en las Mayores, y ha fracasado en tener el impacto que muchos esperaban.
En cuanto a Montero, es alguien cuya habilidad como receptor ha sido cuestionada desde el día que firmó con los Yankees a la edad de 16 años. Tuvo un gran debut en septiembre con los Yankees en 2011 -nunca confíen en las estadísticas de septiembre- y luego fue canjeado a los Marineros, que decidieron hacerlo el cátcher titular en 2012.
Ya tiene el equivalente a poco más de dos temporadas en las Menores y todavía tiene 22 años. ¿Por qué ponerlo en las Mayores? Díganle que vaya a Triple A y domine los puntos finos de la receptoría. En lugar de eso, el muchacho fue un desastre en el plato y atrás de él, y no fue sino hasta mayo de este año, cuando bateaba para .208, que finalmente fue enviado a Triple A.
Es que para jugar en las Mayores hay que dominar algunas otras más que las habilidades para el juego. sEn las Menores, se puede sobrevivir de los hombros para abajo. En las Mayores, se tiene éxito de los hombros hacia arriba. Todos esos peloteros tienen grandes cantidades de talento nato, y sus equipos decidieron apegarse a una programación incluso cuando ellos mostraron que no estaban listos para Grandes Ligas.
Debe molestar que se acelere a los jugadores, pero al menos Grandes Ligas ayudó a prevenir eso de alguna forma con el nuevo acuerdo colectivo de trabajo, que previene que los jugadores reciban un contrato de Ligas Mayores inmediatamente tras el sorteo. En 2007, Ross Detwiler firmó un contrato de Grandes Ligas con los Nacionales como la sexta selección en 2007, lo que básicamente garantizó que él estaría en las Mayores en septiembre. Su comando estaba muy lejos de ser el que se requiere para Grandes Ligas, pero él pasó solamente una temporada completa en las Menores y no comenzó a cumplir su promesa sino hasta la temporada anterior.
Muchos ven gran talento joven en su organización y es natural querer empujarlos a las Mayores lo antes posible. Pero los equipos necesitan aprender a pisar el freno, porque hombres como Hicks y Montero son mucho más comunes que Mike Trout y Bryce Harper.
Si un prospecto no está derribando la puerta al dominar completamente en el campo en las Menores y mostrando madurez fuera del campo, es mejor que lo dejen ahí abajo hasta que lo haga.
FOTO Cleveland Indians’ Mike Aviles, left, scores as Seattle Mariners catcher Jesus Montero//AP Photo/Tony Dejak
Se sabía que Montero no tenía las herramientos necesarias para recibir en las grandes ligas y aún así fue promovido: hoy está en las menores por bajo rendimiento
AP / Tony Dejak
FOTO Milwaukee Brewers center fielder Carlos Gomez fields a base hit by Cincinnati Reds//AP Photo/Al Behrman
Carlos Gómez fue apresurado, pero fue a las menores, corrigió y regresó para ser una estrella de lo jardines hoy por hoy
AP / Al Behrman