En el municipio Sebastián Francisco de Miranda del estado Guárico se encuentra el pequeño poblado y parroquia de Guardatinajas, el cual ofrece a todos sus visitantes grandes espectáculos naturales y propios de Los Llanos venezolanos, entre los que destacan sus majestuosos atardeceres y el imponente río Tiznados que pasa cerca de este pueblo lleno de gente amable.
Es necesario resaltar que este pueblo se fundó en un principio como un a misión formada por los indios guaiquires, quienes fueron trasladados hasta ese territorio que ahora es Guardatinajas aproximadamente en el año 1769, por el Gobernador de ese entonces. Con estos nativos también fuero trasladados otros indios recogidos a las orillas del Guárico, y fue así que se dio comienzo a la nueva Misión de Santa Bárbara de Guardatinajas, a la cual luego se incorporaron varias familias de españoles.
Camino a Guardatinajas
Para llegar a este poblado llanerísimo del estado Guárico, el cual está a casi 300 km de la ciudad de Caracas, usted debe tomar la carretera Troncal 2 que desde San Juan de Los Morros recorre el estado hacia el sur. Antes de llegar a Calabozo, en el peaje de El Rastro, se toma a la derecha y a los 20 kilómetros está Guardatinajas.
Al llegar al pueblo se puede apreciar aviso de bienvenida lleno de tinajas, luego se pasa por la manga de coleo y enseguida a la calle principal, llena de casas coloniales como esas que existían antes. La Plaza Bolívar luce frondosa repleta de jóvenes pastoreando el tiempo, la iglesia Santa Bárbara anunciando la misa con sus tres puertas abiertas y su torre dominando el paisaje.
También puede visitar la bodega infaltable en una esquina, un cuartel de policía que se adivina casi siempre tranquilo y una casa con techo de tejas ancestrales, donde sirven comida a los transeúntes y turistas que llegan al lugar, así lo relatan aquellos que han tenido la dicha de conocer Guardatinajas y quedan “enganchados” por su gente y paisajes.
Hospedaje y paisajes
El lugar recomendado por muchos para pasar su estancia en el pueblo llanero de Guardatinajas es la conocida Finca o Hato La Vaquera, el cual es atendido por su propio dueño, quien apenas recibe a los viajeros comienza sus elocuentes historias sobre el llano venezolano, brinda paseos a caballo por todo el lote de tierras y además muestra sus dotes tocando la bandola y enseña todas sus tonalidades.
Una vez instalado en la mencionada posada, no se puede perder los magníficos escenarios naturales que rodean a Guardatinajas, entre ellos el río Tiznados el cual podrá recorrer en bote sus aguas verdes y observar la fauna llanera que se pasea por el lugar, es una experiencia que no debe dejar pasar si se adentra en este pueblo guariqueño.
Marien Daniela Sierra
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