Funcionarios del Cicpc se encuentran realizando las respectivas averiguaciones para dar con el paradero de los asaltantes de los dos trabajadores
Tras el atraco a mano armada del que fueron víctimas los dos trabajadores del departamento de distribución del diario La Voz en horas de la tarde del pasado lunes, presuntamente por parte de varios sujetos que se identificaron y portaban uniformes similares a los que usan los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalisticas (Cicpc), el mencionado organismo policial abrió una investigación para dar con el paradero de los antisociales.
Comisiones del Cicpc subdelegación Guarenas, ya se encuentran realizando las respectivas averiguaciones para esclarecer este hecho que se suscitó como todo un secuestro express, en el que fueron asaltados dos distribuidores de La Voz, quienes esperaban depositar el dinero producto de las ventas del diario, por lo que los sabuesos a cargo del caso siguen las pistas de los dos antisociales. La policía indaga acerca de las presuntas alcabalas que estarían montando los supuestos funcionarios.
Modus operandi
Este pasado lunes los dos trabajadores salieron desde la sede del diario La Voz en un vehículo Chevrolet Spark, el cual les fue asignado para que ejecutaran el respectivo depósito en una entidad bancaria, ubicada en el centro comercial Buenaventura, pero a la altura de la urbanización Las Islas conocida como La Villa Panamericana en la avenida Intercomunal Guarenas-Guatire, fueron interceptados por los supuestos funcionarios de la policía científica, quienes iban a bordo de una camioneta Tahoe de color gris con su respectiva «coctelera».
En vista de la indumentaria que los dos sujetos poseían, a la usanza de los detectives -camisa azul y corbata negra- las víctimas accedieron a detener el vehículo en el que iban pero luego los atracadores los amenazaron de muerte con sus armas de fuego para que les entregaran el dinero que llevaban, abordaron su vehículo y los secuestraron por cierto tiempo, para luego dejarlos abandonados en la vía; a uno de ellos lo dejaron en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho a la altura de Kempis, mientras que al otro empleado lo liberaron en la vía hacia Turumo y el vehículo fue abandonado las adyacencias del Terminal de Oriente.
LV