El joven fue capturado el pasado viernes por la noche junto a un amigo de 18 años por pobladores de la localidad cochabambina de Eterazama, que fueron alertados a gritos de que se estaba produciendo un robo
LA PAZ. Un joven de 17 años murió en el departamento boliviano de Cochabamba, tras ser quemado vivo por una turba que le capturó cuando presuntamente trataba de robar una motocicleta y matar a su propietario, informaron ayer fuentes hospitalarias. El joven fue capturado el pasado viernes por la noche junto a un amigo de 18 años por pobladores de la localidad cochabambina de Eterazama, que fueron alertados a gritos de que se estaba produciendo un robo, según la prensa local. Aunque la Policía, un fiscal y otros funcionarios trataron de convencer a la turba de que liberara a los jóvenes, los pobladores, unos 500, según reportes policiales los mantuvieron cautivos durante dos días hasta que el lunes por la noche los rociaron con gasolina y prendieron fuego a uno de ellos.
Quemado vivo
El menor que fue quemado vivo murió la pasada madrugada camino al hospital a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió, reportó ayer el director del hospital Viedma de Cochabamba, Gastón Osorio. Con este suceso, los muertos en Bolivia por linchamientos suman cinco en menos de un mes, hechos que en todos los casos se han cometido bajo el supuesto amparo de la justicia comunitaria, reconocida oficialmente en la Constitución boliviana, pero que, sin embargo, no admite la pena de muerte.
La condena
La Defensoría del Pueblo condenó ayer esta nueva muerte cometida por «la acción conjunta de una multitud cegada por la rabia, la desconfianza y la irracionalidad descontrolada». Esta institución recordó, a través de un comunicado, que ha alertado constantemente «sobre la extensión y la naturalización de esta práctica que muestra su cara más visible en hechos de sadismo, crueldad y violencia, que compiten en saña con la que muestran los criminales más avezados». «Hemos reclamado que se acabe con la impunidad que rodea a estos hechos. Ya son cientos de casos que no han encontrado ninguna respuesta en el sistema de justicia y la mayoría han quedado en la sombra de la duda respecto a la culpabilidad o inocencia de los asesinados, torturado y heridos», señala la nota. Agrega que los linchamientos «no son justicia comunitaria ni pueden escudarse tras ningún argumento sociológico, político, cultural e ideológico». Agencias
Petición de la ONU
También la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH) ha pedido reiteradamente a las autoridades bolivianas que asuman «acciones decisivas» para frenar los linchamientos.