Un scout que vio a Yasiel Puig en los entrenamientos primaverales produjo este reporte en marzo:
Juega duro, realmente, realmente duro.
Tiene mucho poder, para todas las bandas.
Corre como demente.
Tiene un gran brazo.
Y el scout dijo, sin emoción: «Otros jugadores lo van a odiar».
Cada juego está lleno de pequeños gestos de reconocimiento y respeto entre los hermanos del juego. Antes de las prácticas de bateo, jugadores rivales se saludan de un lado a otro en el terreno. Hay apretones de manos y abrazos entre jugadores que utilizan uniformes diferentes. Cuando Derek Jeter caminó hacia el plato en su primer turno de la temporada, saludó con su cabeza al árbitro del plato y tocó al receptor con su bate en el protector de pantorrilla. Tras pegar hit en su primer turno recibió la felicitación del primera base de los Reales Eric Hosmer, y le dio la bienvenida de vuelta al deporte.
Antes del primer pitcheo del juego 7 de la Serie Mundial del 2001, Jeter se paró en la caja de bateo y miró a Curt Schilling, quien estaba en el montículo, y ambos se saludaron con sus ojos, como dos boxeadores que chocan guantes antes del inicio de una pelea por el cetro pesado.
Es parte del juego y así ha sido por mucho más tiempo que los veteranos están dispuestos a admitir.
Lo que el scout vio en Puig en los entrenamientos primaverales fue a alguien que juega como si fuera el único pelotero en el terreno. Sin las sutilezas, y con el lenguaje corporal que deja en claro que él piensa que es el mejor jugador en el terreno y que todo el mundo debe salirse de su camino. Y le está rindiendo resultados. Batea .394, y ha sido uno de los motores en la recuperación de los Dodgers en la División Oeste de la Liga Nacional.
Ya sea que les guste su actitud o la odien, así es él. Así es como se comporta en sus negocios, y tal como predijo el scout, le está cayendo mal a otros jugadores. No solo en otros equipos, sino también en su mismo camerino.
Miguel Montero de los Diamondbacks se convirtió en uno de los primeros jugadores en expresarlo públicamente, antes del juego del miércoles. De la historia de Steve Gilbert se puede leer:
«Si él fuera mi compañero, probablemente le enseñaría cómo debe comportarse en las Grandes Ligas», dijo Montero. «Está creando una mala reputación alrededor de la liga, y eso es desafortunado porque el talento que tiene lo debe llevar a ser uno de los más grandes en las Mayores. Ahora mismo, no voy a decir que él es el mejor porque no ha probado nada todavía. ¿Que si tiene talento? Por supuesto. ¿Que si tiene las herramientas? Por supuesto. Tiene tanto talento que sería algo desafortunado verlo desperdiciarlo en las cosas estúpidas que está haciendo. Uno tiene que respetar para ganarse el respeto. Si no respetas a nadie, no vas a ganar respeto».
A pesar que Puig solo lleva poco más de un mes con los Dodgers, los D-backs ya tienen historial con el chico cubano de 22 años. El 11 de junio, Ian Kennedy golpeó a Puig con un lanzamiento en la nariz en un partido que vio dos incidentes donde se vaciaron las bancas, y que resultaron en un total de ocho suspensiones. Puig fue multado por su rol, pero no recibió suspensión, algo que molestó a los jugadores de los D-backs, quienes dijeron que golpeó al ex primera base de Arizona Eric Hinske en la parte trasera de la cabeza.
Entonces, el martes Puig fue puesto fuera en el plato de forma fácil en la quinta entrada, pero no sin antes chocar con Montero y luego quedarse mirando el receptor mientras caminaba de vuelta al dugout. Las repeticiones mostraron a Montero moviendo su dedo al novato, de forma similar como lo hace el excentro de la NBA Dikembe Mutombo en un anuncio de TV.
«No lo culpo por intentar atropellarme, eso es parte del juego», dijo Montero. «Lo único que realmente no aprecio es la forma en que se quedó mirándome. Realmente no aprecio eso».
Luis González tampoco estaba emocionado con Puig, luego de un intercambio de palabras con él.
Al final, como se sientan otros jugadores sobre él podría ser irrelevante. Barry Bonds no le caía bien a la mayoría de sus compañeros, junto con muchos jugadores contrarios, porque pensaban que era completamente engreído.
Con el tiempo se sabrá si algo de esta percepción afectará a Puig en alguna manera.
Se ha ganado el rol de villano, según escribe Bill Plaschke.
El bullpen de los Diamondbacks se desmoronó, Hanley Ramírez respondió en grande nuevamente y los Dodgers se colocaron a uno y medio juegos del primer lugar.
Récord de Big Papi
David Ortiz, de los Medias Rojas de Boston, superó el miércoles a Harold Baines para convertirse en el bateador designado con más hits en la historia de las Grandes Ligas.
El dominicano Ortiz se apuntó su imparable número 1.689 como designado cuando pegó un doble entre el jardín izquierdo y el central al abrir el segundo inning de un partido frente a los Marineros de Seattle. Los aficionados en el Safeco Field lo ovacionaron sonoramente al ver el hito en la pantalla de video y él se llevó la mano a la visera de la gorra en señal de agradecimiento.
Ortiz ya es poseedor de las marcas de más carreras anotadas, dobles, jonrones, líneas de extrabases y carreras producidas por un bateador designado. El toletero llegó enrachado al partido del miércoles, con un promedio de.403 en el plato en sus 20 encuentros anteriores.
El martes por la noche empató el récord de Baines al pegar cuatro imparables, incluidos dos dobles y un cuadrangular.
Buster Olney
espndeportes.com
AFP / Christian Petersen