Algunas de las filtraciones sobre el encuentro de ayer señalaban que el ex primer ministro habría culpado a parte de la mayoría en el Ejecutivo de la aceleración de sus procesos judiciales
ROMA. El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi reiteró ayer su apoyo al Gobierno de coalición que encabeza Enrico Letta y rechazó que la continuidad del mismo esté en riesgo, pese a las tensiones vividas en los últimos días ante la incertidumbre por el futuro judicial de «il Cavaliere». Ésta fue una de las líneas de actuación que Berlusconi indicó a los miembros de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), en una reunión celebrada en Roma, después de que varios de ellos exigieran la ruptura del Gobierno, del que forman parte, según informaron algunos de los presentes a los medios italianos.
Berlusconi subrayó que la continuidad del Ejecutivo no está en discusión y que hay que trabajar para conseguir realizar algunos de los proyectos que han sido el caballo de batalla de la formación como la abolición del Impuesto de Bienes Inmuebles a la primera casa y evitar la subida del IVA.
Algunas de las filtraciones sobre el encuentro de ayer señalaban que Berlusconi habría culpado a parte de la mayoría en el Ejecutivo de la aceleración de sus procesos judiciales, aunque este punto en concreto fue desmentido a través de un comunicado.
Rabia
El factor que desencadenó la rabia de los correligionarios de Berlusconi fue el anuncio del Tribunal Supremo el pasado martes de que examinará de forma inmediata, el 30 de julio, el recurso presentado por Berlusconi contra su condena a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación de cualquier cargo público por un delito de fraude fiscal en el llamado caso Mediaset.
Una decisión con la que la Corte intenta evitar cualquier posibilidad de prescripción de uno de los delitos que se imputan al exmandatario, que de confirmarse la pena se vería obligado a abandonar la escena política, en la que ahora está presente como senador y líder del PDL.
Y es que se había barajado la posibilidad de que en el caso de que uno de los delitos que se le imputan prescribiera, aunque el Alto Tribunal confirmara la sentencia, sería necesario repetir el juicio en apelación para volver a calcular los años de la condena, con lo que la inhabilitación para Berlusconi quedaría aplazada.
El PDL para demostrar su indignación amenazó con paralizar los trabajos del Parlamento durante tres días, en una iniciativa que acabó limitándose a un bloqueo durante la jornada de ayer y que se decidió en una votación en ambas Cámaras, en la que el PDL contó con el apoyo de parte del progresista Partido Demócrata (PD), al que pertenece Letta.
El voto del PD a favor de la iniciativa del PDL ha levantado, sin embargo, nuevas tensiones en el seno de la formación progresista, ya que algunos de los miembros de la misma que no estaban de acuerdo calificaron la decisión del partido de «gol en propia puerta».
Tensiones
Estas tensiones llevaron ayer a que setenta senadores del PD escribieran una carta en la que defendieron la línea marcada por la formación en la votación y señalaron la necesidad de que el partido explique sus decisiones y sus motivos, señalando la necesidad de sostener la continuidad del Gobierno en un momento de emergencia como el que vive el país.
Agencias