Autoridades del gobierno del presidente Vladimir Putin no han recibido la solicitud formal de asilo por parte de Edward Snowden
Veinticuatro horas después de que Edward Snowden, el extécnico de la CIA reclamado por la Justicia de Estados Unidos, anunciara su decisión de pedir asilo político en Rusia, las autoridades rusas aún no habían acusado recibo de su petición formal.
«A día de hoy no hemos recibido ninguna solicitud de Snowden», declaró el jefe del Servicio Federal de Migración (SFM) de Rusia, Konstantín Romodánovski, a la agencia Interfax.
En caso de que se reciba la petición de asilo, agregó Romodánovski, «ésta será examinada de acuerdo a lo que establece la ley».
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró que «para obtener asilo político hay que cumplir determinados procedimientos, y el primer paso es dirigirse al Servicio Federal de Migración».
Snowden, quien desde el 23 de junio pasado se encuentra en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo, anunció que solicitará asilo político en Rusia ante la imposibilidad de viajar a los países latinoamericanos que le ofrecen refugio.
El hombre que filtró a la prensa una trama de espionaje masivo de las comunicaciones por los servicios secretos de Estados Unidos manifestó este propósito en una reunión con representantes de organizaciones de los derechos humanos, abogados e incluso el Defensor del Pueblo de Rusia, Vladímir Lukin.
Según los participantes en la reunión, Snowden se comprometió a no perjudicar los intereses de Estados Unidos, condición impuesta por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, para que pudiera permanecer en el país.
Lavrov recalcó hoy que las autoridades rusas no mantienen ningún contacto con Snowden y que se enteraron a través de los medios de comunicación de los planteamientos que el extécnico de la CIA expuso a su interlocutores en la reunión celebrada en la zona de tránsito de Sheremétievo.
La comparecencia de Snowden levantó ampollas en Estados Unidos, que acusó a Rusia de proporcionarle una «plataforma de propaganda».
En horas de la noche del día del viernes, el presidente de EE. UU., Barack Obama, llamó por teléfono a Putin, en una conversación en la que, además de abordar asuntos relativos a la cooperación bilateral, hablaron de la situación de Snowden.
El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, se limitó a destacar que la conferencia se celebró por iniciativa del presidente estadounidense y no ofreció más detalles de la conversación.
Rusia ha declarado en reiteradas ocasiones que no extraditará al extécnico de la CIA a Estados Unidos y que confía en que el caso Snowden no complicará las ya difíciles relaciones entre los dos países.
Los presidentes de ambas cámaras del Parlamento de Rusia se han pronunciado a favor de la concesión de asilo a Snowden, cuya tramitación podría llevar entre dos y tres semanas según el abogado Anatoli Kucherena, uno de los participantes en la reunión de Sheremétievo.
«Si Rusia accede a la petición de Snowden sería una catástrofe para las tensas relaciones entre Moscú y Washington», escribió el periódico ruso «Kommersant».
Pero según el experto en política internacional y director de la revista «Rossía v globálnoi polítike», Fiodor Lukianov, si Rusia recibe la petición de asilo de Snowden «no le quedará otra cosa que concedérselo, y eso significa que él se quedará en el país durante mucho tiempo».
Para Alexéi Pushkov, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, la concesión de asilo Snowden puede provocar «un nuevo estallido en la campaña antirrusa en EE.UU.»
«Pero hay que decir que estos estallidos se vienen produciendo con regularidad desde antes del caso Snowden por distintos motivos, de modo que no habrá un cambio cualitativo en la situación», dijo Pushkov, citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
El agravamiento de las tensiones ruso-estadounidenses ensombrece los preparativos de la cumbre que Putin y Obama tienen previsto celebrar en Moscú los días 3 y 4 de septiembre.
Las autoridades rusas han salido al paso de las conjeturas en la prensa sobre la posibilidad de que la cumbre no llegue a celebrarse y han subrayado que los trabajos preparatorios de la cita de Moscú se desarrollan según lo previsto.