El mandatario dijo que no podía estar desmintiendo cada día los rumores, insinuaciones y reportes de medios sobre un caso de corrupción que lo ha salpicado
MADRID. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechazó el lunes la posibilidad de dimitir, después de que la oposición lo instara a dejar el cargo por el creciente escándalo sobre una supuesta contabilidad irregular en el partido en el poder.
El mandatario dijo que no podía estar desmintiendo cada día los rumores, insinuaciones y reportes de medios sobre un caso de corrupción que lo ha salpicado, luego de que su nombre apareciera en una lista de dirigentes del Partido Popular (PP) de España que supuestamente recibieron pagos del ex tesorero del grupo político Luis Bárcenas.
«Voy a defender la estabilidad política y voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles en su momento», declaró Rajoy, al hablar por primera vez con los periodistas desde que se divulgaron unos mensajes de texto que supuestamente intercambió hasta marzo con quien fue el gerente de su partido durante 20 años y a quien ascendió a tesorero.
Según relató el diario El Mundo el domingo, en los mensajes, publicados después de que su partido impidiera que Rajoy diera explicaciones sobre la presunta financiación ilegal del PP, se apreciaba que el presidente mantuvo contacto con Bárcenas hasta dos meses después de que se supo de la existencia de una supuesta caja B.
«Los SMS que se publican lo único que hacen es ratificar lo que he dicho antes: El Estado de Derecho no se somete a chantaje, y las instituciones, han actuado, actúan y seguirán actuando con absoluta independencia. Esto es una democracia seria y las instituciones no se someten al chantaje», contestó Rajoy.
El ex tesorero y ex gerente del partido, que se encuentra en prisión provisional, declaró el lunes en sede judicial que había pagado 90.000 euros a Rajoy y a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en 2009 y 2010, y confirmó que es el autor de una supuesta contabilidad B del partido conservador.
Rajoy agregó que las dos cosas más importantes en España actualmente son la senda de la reformas necesarias para sacar al país de la crisis y la estabilidad política, y que el caso Bárcenas no le va a hacer desviar la atención.
Además, el presidente recordó que la mejor prueba de la no injerencia del Gobierno en el caso es que ninguno de los funcionarios – jueces, fiscales, policías o personal de la Agencia Tributaria – encargados de la investigación habían cambiado desde su llegada al poder.
Situación insuperable
En el seno del PP hay políticos cada vez más convencidos de que Rajoy está perdiendo la credibilidad que necesita mientras los votantes se cansan del alto desempleo y las medidas de austeridad para contener el déficit público.
El apoyo al partido ha caído a un 25 por ciento desde el 44 por ciento que tuvo en las elecciones generales de 2011, según una encuesta de Metroscopia en junio.
«Dentro del PP, la mayoría esta convencida de que la situación es insuperable. La mejor opción para Rajoy es ordenar el proceso para un cambio de liderazgo en el partido», dijo un diputado del PP que pidió no ser identificado.
Otro militante del partido, que también pidió no ser citado, dijo que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría podría suceder a Rajoy porque es considerada una persona de otra generación de líderes a quienes no ha afectado el escándalo Bárcenas.
La Constitución permite al Congreso elegir a un nuevo presidente sin convocar elecciones.
Rajoy es conocido por su estrategia política cauta, con la que desgasta a sus oponentes políticos con un juego de esperas.
No obstante, los socialistas, que ahora tienen un 22 por ciento de apoyo, desde el 31 por ciento en los comicios de 211, tienen poco que ganar si forzaran una disolución del Parlamento.
Agencias