Cocodrilos de Caracas se terminó alzando con su quinto titulo tras un partido que fue confiscado por la violencia que se desató faltando tres segundos para que se terminara el septimo partido de la Liga Profesional de Baloncento (LPB).
El equipo de la capital venció 61-63 a Marinos de Anzoátegui en la Caldera del Diablo.
De acuerdo a los comentaristas, en el gimnasio Luis Ramos, o también conocido como la «Caldera del Diablo», el propietario del conjunto oriental, el expelotero Carlos Silva, sufrió un fuerte golpe en la cabeza, producto de botellas que arrojaron a la cancha.